El “Merengue” sobrevivió al infierno de Estambul y diseñó un triunfo vital gracias a su arquitecto alemán. PSG ganó, goleó y gustó … algo que no es cosa de “Brujas”.
Después de la tormenta siempre llega la calma y el cimbronazo que vivió Real Madrid no tuvo eco en un escenario hostil. En el Türk Telekom Stadyumu de la capital turca, los de Zinedine Zidane derrotaron 1-0 a Galatasaray y consiguieron su primera victoria en el Grupo A de la UEFA Champions League.
Un mar de dudas invadió el corazón “merengue” luego de perder el invicto en la Liga y ante Mallorca (club que no lo vencía desde hacía 10 años). Sumado a que varios soldados resultaron heridos durante la “Fecha FIFA”, la formación para una parada brava era toda una incógnita.
Zidane apostó al tándem Casemiro-Valverde en la mitad de la cancha y le salió mejor de lo esperado. Toni Kroos dispuso de cada balón que este doble cinco recuperaba y lo jugó con criterio para la frescura de Rodrygo o la presencia de Karim Benzema. Sí, Eden Hazard aún no encaja en el esquema y se nota cuando pasa desapercibido.
Los primeros minutos hubo que soportar los embates locales más por empuje que por fútbol. El rumano Florian Andone lo exigió en 2 oportunidades claras a Thibaut Courtois y el portero belga demostró que sigue siendo el clase mundial que todos conocemos.
A los 18´ llegó la única diferencia del encuentro. Buena combinación entre Benzema y Hazard y la pelota derivó hacia la posición de Kroos. El germano remató con el pie derecho y un desvío en un defensor hizo que Fernando Muslera no pudiese reaccionar. Bola al fondo de las mallas y 1-0 arriba el visitante.
En el complemento, la tranquilidad del resultado soltó aún más a los ibéricos. Hazard estuvo a punto de ingresar al Edén luego de una gran habilitación de Benzema: el belga dejó en el camino a Muslera y disparó con demasiada violencia. La pelota se levantó y dio en el travesaño. Hubiese sido un gol de esos que alejan cuestionamientos y suman confianza.
El Madrid ganó y punto. Nada de eliminación temprana para el gigante europeo e inyección anímica para lo que viene. Algún operador ya pedía la cabeza de Zidane ante una eventual derrota. El exitismo desmedido y la frágil memoria en Europa también se consiguen.
París Saint Germain tiene todo muy claro y pasea su fútbol más allá de las fronteras. En su visita al Jan Breydelstadion de Brujas, los galos aplastaron 5-0 al conjunto local y sumaron su tercer pleno de victorias.
Avasallante de principio a fin lo del conjunto que dirige Thomas Tüchel, con una delantera que sufrió un cambio inesperado y que finalmente rindió sus frutos en su máxima expresión.
A los 7´ hubo conexión argentina y Mauro Icardi se encargó de desbloquear el resultado. Envío de Ángel Di María desde la derecha para que el otro rosarino rematase de primera y abriese el marcador.
Cada contraataque de los parisinos era una invitación a liquidar el pleito de manera temprana. Apenas iniciado el segundo tiempo, Tüchel mandó a la cancha a un tal Kylian Mbappé en reemplazo de Eric Maxim Choupo-Moting y el joven delantero galo se despachó con un triplete.
A los 61´ otra vez Di María con el centro y falló el arquero Mignolet en el corte, ya que no hizo más que dejarla servida para Mbappe, quien aprovechó el regalo y de cabeza elevó la cuenta a 2.
El negocio volvió a estar en la izquierda y apenas 2 minutos más tarde vino el mismo gol. Esta vez fue de Mbappé para Icardi y Mauro volvió a ajusticiar a Mignolet para que la goleada tomase forma.
Minuto 79 y Mbappé pasó para el cuarto a los belgas. Angelito Di María lo puso a correr en la derecha y el galo metió la diagonal para dejar en el camino al arquero y a Rits que cerraba y tocar al gol con el arco vacío.
Finalmente, a los 83´ el visitante cantó la generala. Intratable Di María en su rol de pasador y nueva habilitación para Kylian Mbappé, quien definió con un zurdazo rasante y selló el lapidario 5-0.
(Foto Principal: Diario Marca)