La “Vecchia Signora” lo tenía para el cachetazo y apareció el fuego sagrado de hace 2 décadas, el que llevó a los “Red Devils” a la gesta del Camp Nou. Valencia sigue en carrera con el primer triunfo en casa de la temporada.
Manchester United derrotó 2-1 a Juventus en el Allianz Stadium de Turín y ya no quedan invictos en las 5 grandes ligas del “Viejo Continente”. Luego de 14 encuentros oficiales, los de Massimiliano Allegri sufrieron su primera caída y no pudieron abrochar el pase a los octavos de final de la UEFA Champions League.
Decididamente el “Bianconero” fue el protagonista estelar de la batalla que enfrentó a los candidatos a quedarse con el Grupo H del torneo de clubes más importante de Europa.
Dominio absoluto de la “Juve” en los 45 iniciales. Sami Khedira tuvo 2 chances para abrir el marcador. A la media hora de partido, el alemán se escapó por la derecha y tras un pase de Paulo Dybala se internó en el área enemiga. Su disparo tuvo mejor colocación que potencia y un David De Gea bien ubicado controló sin problemas.
Luego, un desborde de Mattia De Sciglio fue conectado por el ex Real Madrid, pero a Khedira no lo acompañó la fortuna, ya que su remate se estrelló contra el poste derecho.
Juan Guillermo Cuadrado también estuvo a punto de poner en jaque a la valla visitante. Un centro suyo se desvió en Nemanja Matic y De Gea evitó el gol en contra con una formidable atajada.
Flojísimo el primer tiempo de los británicos. Apenas pudieron salir del asedio local en los primeros minutos del complemento, con un derechazo de Anthony Martial que se abrió demasiado. Tan solo un oasis dentro del desierto futbolístico que atraviesa el conjunto de José Mourinho.
Dybala recogió el guante en el arco de enfrente y un zurdazo suyo a colocar rebotó en el horizontal. La pasividad defensiva inglesa era alarmante y el gol juventino sería cuestión de tiempo.
Y el desbloqueo del marcador llegó de la manera menos pensada. A los 65´, un largo pelotazo de Leonardo Bonucci tuvo como destinatario a Cristiano Ronaldo. El luso escapó al control de la última línea y resolvió ese bochazo frontal de la mejor manera: sin dejarla caer, le dio de volea y dejó sin chances a De Gea. Menudo golazo del portugués, que se aleja como máximo artillero histórico de la UCL con 121 gritos.
A partir de ese momento, Juventus estaba para golear. Lo tuvo Miralem Pjanic 2 veces: primero conjuró De Gea con una parada colosal, y luego disparó demasiado ancho tras un toque corto de Cuadrado.
El propio volante colombiano falló en la definición de lo que hubiese sido la estocada final. Combinación con CR7 dentro del área y derechazo a colocar que salió apenas alto.
Ni el más fanático hincha de los “Red Devils” hubiese imaginado un desenlace como el de hace casi 20 años. En la final de Barcelona en 1999, Bayern Münich ganaba 1-0 y estaba más cerca de meter el tercero que el segundo. Por si hay algo de lo que debe aprenderse es a no repetir errores del pasado. Aquella noche épica, los muchachos de Alex Ferguson dieron una muestra de carácter y en 3 minutos se pusieron 2-1 arriba, para levantar la “orejona” en una de las definiciones más excitantes en la historia de la Champions. Por supuesto que a veces, la historia se repite.
A los 86´, una innecesaria falta de Blaise Matuidi sobre Paul Pogba generó un tiro libre de riesgo, apenas unos metros afuera de la 18 local. Juan Mata – que había ingresado 7 minutos antes – fue el encargado de acariciar el balón por encima de la barrera y sellar una inesperada igualdad.
Nadie salía de su asombro y otra pelota parada volvió a transformarse en la pesadilla juventina. A 1 minuto del epílogo, centro a la olla por parte de Ashley Young y varios fueron a tratar de desviar la pelota. Nadie lo consiguió y al arquero Wojcech Szczesny lo desorientó el pique. Ya era tarde para reaccionar y entre Bonucci y Alex Sandro hicieron lo posible para agregarle más confusión a la confusión. Finalmente el lateral brasileño terminó por meter la caprichosa dentro de su propio arco y el silencio se apoderó de las gradas.
Y de yapa, pudo ser 3-1 en favor del United, con una escapada en soledad de Marcus Rashford que sí pudo ser salvada por Szczesny con una parada in extremis.
Un partido que debió terminar en goleada para Juventus fue una derrota inexplicable. Bueno sí, se puede tener en cuenta que la falta de definición en el arco de enfrente fue el castigo merecido para un equipo que – si bien no sobró el partido en ningún momento – debió sentenciar la historia mucho antes.
El otro partido del grupo tuvo el lógico éxito de Valencia, que se impuso 3-1 sobre Young Boys de Suiza en Mestalla y mantiene sus chances de acceder a la próxima instancia. Fin de la sequía de 8 juegos sin victorias en casa para los de Marcelino, a expensas de un novel equipo helvético que ya tuvo su temprana (y esperada) eliminación.
A los 14 minutos de partido, los “Ches” quebraron el cero. Buen desborde de Carlos Soler por derecha y chance cara a cara con el arquero David von Ballmoos. El joven extremo de 21 años picó la pelota sobre el cuerpo del portero y el vertical derecho evitó la conquista. Santi Mina estuvo atento para recoger el rebote y tocar con el arco vacío.
Los suizos no se amedrentaron y alcanzaron la igualdad a los 37´. Centro atrás de Christian Fassnacht para Roger Assalé y derechazo cruzado del marfileño para ajusticiar a Neto.
Los ibéricos recuperaron la compostura (y la ventaja) 5 minutos más tarde. Otra vez la sociedad funcionó a pleno: bola cruzada de Soler desde la derecha y sutil desvío de Santi Mina para completar su doblete.
A los 56´ llegó el merecido premio para Carlos Soler. Pase de Rodrigo y nueva escalada del extremo para meterse en la tierra prometida. Seco derechazo cruzado y nada que hacer para von Ballmoos. Partido liquidado.
Todo intento de rebelión suiza fue sofocado a los 77´, cuando Sekou Sanogo le dio un criminal planchazo a Francis Coquelin y dejó a su equipo con uno menos.
(Foto Principal: Sporting Life)