UEFA Champions League

UCL: Leipzig dio el golpe y es semifinalista

Los germanos sacaron una pera del Olmo y un fortuito grito postrero, para meterse entre los 4 mejores de Europa por primera vez en su historia. Se verá las caras ante PSG y ambos se ilusionan con levantar su primera “orejona”.

Casi con el último suspiro, RB Leipzig le ganó 2-1 a Atlético Madrid y se clasificó semifinalista de la UEFA Champions League. Agónico éxito para un novel equipo en asuntos de salir fuera de Alemania ante uno con más experiencia europea, pero que fue preso de su propia mezquindad.

El cuadro de cuartos de final que encontró a inexpertos elencos en lo que a Europa se refiere pero con una tremenda hambre de gloria. “Die Roten Bullen” no sólo son nuevitos en en la Bundesliga (el club se fundó hace apenas 11 años) sino que además ya va por su segunda participación en la UCL.

Enfrente el ya curtido “Aleti” de un Diego Simeone y su habitual receta para transformarse en esa piedra en el zapato de Real Madrid y Barcelona. Para colmo, en octavos despachó al vigente campeón Liverpool con una definición para el infarto en la ciudad de Los Beatles.

La previa indicaba que había un claro favorito por sobre el recién llegado a la Champions. Sin embargo, desde el momento que comenzó a rodar la pelota sobre el verde césped, muy lejos quedaron los análisis y especulaciones porque la práctica mostró todo lo contrario a la teoría.

Julian Nagelsmann goza de buena salud con apenas 33 abriles y ya dejó su sello como entrenador respetado en Alemania. Hizo del Hoffenheim un producto de exportación y ahora le agregó grandeza a un RB Leipzig que dejó de ser la “cenicienta”. El cuento de hadas terminó, porque este equipo tiene identidad propia y sabe a qué jugar.

Simeone consolidó la “tercera vía” en España. A veces mete la nariz en los asuntos del “Barsa” y el Madrid y es el único capaz de amargar a los gigantes ibéricos. Pero todavía le falta ese punto de cocción continental que no fue saciado con los aperitivos de la Europa League: la espina por las 2 finales perdidas ante el rival citadino aún quedan en el corazón “colchonero” y cada eliminación de la Champions supone echar sal a esa herida no cicatrizada.

De entrada se impuso la circulación y la dinámica frente a la rispidez y el pelotazo. Los germanos soltaron a Marcel Sabitzer en la derecha y Christopher Nkunku en la orilla contraria. En el medio de ambos Dani Olmo como enlace de un Yussuf Poulsen movedizo y solidario. A las proyecciones de Sabitzer y Nkunku las secundaban las escaladas de Angeliño y Konrad Laimer respectivamente.

Enfrente pareció que solamente valía jugar por la izquierda porque las únicas buenas sensaciones del “Aleti” aparecieron con el tándem Renan Lodi-Yannick Ferreira-Carrasco. Entre los 2 se las ingeniaron para generar algo de peligro porque Diego Costa estaba estancado (Dayotchanculle Upamecano se lo devoró en 2 panes) y tanto Marcos Llorente como Héctor Herrera pasaron desapercibidos.

Mucho marco teórico sugirió un primer tiempo más que aburrido. A Marcel Halstenberg le quedó boyando una pelota en el área chica y le pegó tan mal que casi la sacó del estadio. Los “Colchoneros” respondieron con un cabezazo bombeado de Stefan Savic y el húngaro Peter Gulacsi voló cual elástico y se quedó con la pelota en una bonita foto.

Lodi se encendió por la izquierda y trepó casi hasta el fondo. Centro atrás para su compinche Carrasco y el belga le apuntó al primer palo. Bien Gulacsi con la salvada cuando estaba tapado por 2 compañeros.

Los pseudo entendidos – esos mismos que utilizan palabras rebuscadas como si las hubiesen aprendido hace instantes – dirán que fue un duelo táctico y que el planteo amarrete de Simeone fue una daga directa hacia los espectadores neutrales. Se sabe que el “Cholo” no anda con vueltas y que su idea principal es cederle protagonismo al otro equipo y lastimar en el momento indicado. Tampoco es responsabilidad absoluta de Leipzig no saber qué hacer con la pelota cuando la tuvo un 65 % más del tiempo que su rival.

Y como más aburridos no podían ser, se ve que dejaron las emociones para el capítulo final. Esta nueva modalidad de partido único no deja nada librado al azar y la concentración tiene que ser permanente. Los alemanes aprovecharon sus ganas en los primeros minutos y por fin quebraron el cero a su favor.

El respeto por la idea de base no se traicionó y el toqueteo productivo tuvo su premio a los 50´. Dieciocho pases consecutivos de lado a lado sin que los españoles siquiera la viesen, que terminó con un centro de Sabizter desde la derecha y el frentazo goleador de Dani Olmo. Y tuvo que ser un catalán el que les diera las diez y las once a los madrileños.

Diego Simeone reaccionó y se acordó que podía atacar. Entonces mandó a la cancha a Joao Félix en lugar de Herrera y fue en busca del protagonismo perdido. El joven luso encendió el ataque “colchonero” y potenció a los más despiertos Lodi y Carrasco. Entonces los españoles inclinaron la cancha y el que se refugió instintivamente fue Leipzig.

Diego Costa tenía todos los números para salir del campo pero antes fue artífice de la jugada del empate, en el minuto 71. Joao Félix a toda velocidad construyó una pared con el “Lagarto” y quedó cara a cara con Gulacsi. Lukas Klostermann lo sacudió como último recurso y le cometió penal (raro que solamente le mostraron la tarjeta amarilla). Pena máxima que el propio wonderkid portugués cambió por gol y sexto grito para el ex Benfica con la camiseta del “Aleti”.

Las revoluciones bajaron un poco y parecía que se encaminaban a la prórroga. Pero el pecado de Atlético Madrid fue perder la concentración una vez más y justo cuando se terminaba el partido.

A los 88´, una larga salida de Jan Oblak terminó en un rebote en la mitad de la cancha que inició un contraataque alemán. Marcel Sabitzer metió un delicioso pase con el revés del pie derecho para el incansable Angeliño y el lateral gallego hizo todo bien: 2 compañeros le picaban en paralelo pero eligió el centro atrás, fuera de la zona de confort. Tyler Adams paró la pelota y le dio al arco. Desvío en Savic que dejó pagando a Oblak y balón al fondo de las mallas para desatar el delirio alemán.

La frustración de Oblak, que esta vez no pudo cerrar la persiana (Foto: Into the Calderón)

No quedó tiempo ni resto anímico para una hazaña impensada. Los de Simeone revivieron fantasmas del pasado y fueron esclavos de su avaricia. RB Leipzig justificó el resultado más por sus intenciones que por llegadas claras de gol. La paradoja indicó que al mezquino lo golpeó una carambola y a segundos del final. Entonces quizás un halo de justicia se haya visto esta noche en Lisboa.

Al “Aleti” le va a quedar la sensación amarga porque ésta sí pudo ser SU Champions. Y más aún con duelos a todo o nada en un solo juego y ante adversarios con menos historia. Sin embargo, este audaz golpe de los desconocidos de siempre no fue una obra maestra del neorrealismo italiano: apenas la proyección de un club pequeño que sueña a lo grande y que va en busca de un nuevo “milagro alemán”.

Sintesis:

RB Leipzig (2): Gulacsi; Klostermann, Upamecano y Halstenberg; Sabizter (Mukiele), Laimer (Adams), Kampl, Angeliño, Nkunku (Haidara) y Olmo (Schick); Poulsen. DT: Julián Nagelsmann.

Atlético Madrid (1): Oblak; Trippier, Savic, Giménez y Renan Lodi; Koke (Felipe), Herrera (Joao Félix), Saúl y Ferreira-Carrasco; M. Llorente y Diego Costa (Morata). DT: Diego Pablo Simeone.

Árbitro: Szimon Marciniak (Polonia)

(Foto Principal: Evening Standard)

Emiliano Schiavi

Soy Emiliano Schiavi y siempre me interese por el fútbol internacional. Sin cable ni internet me las arreglaba leyendo el "Guerin Sportivo" o cualquier revista extranjera que sólo se conseguía en pocos kioscos del Centro. También me acompañaba algún VHS sobre la historia de los mundiales y nunca me cansaba de verlos. Por eso le preste atención al fútbol de Europa, Africa, Asia y - si estaba aburrido - Oceanía. Descubrí un medio maravilloso como la radio y conocí buena gente (grandes amigos) que me acercaron al Rincón del Fútbol. La radio es una pasión, pero escribir es un deleite. Y todos los dias lo hago en este espacio, donde investigo y me gusta informar y entretener. Mi mayor expectativa para este nuevo proyecto es seguir aprendiendo. Porque a los 45 años también se aprende, créanme. Tengo total libertad para expresarme, leer y ser leído. Porque nadie desafina cuando uno escribe lo que se le canta. Digamos todo ...

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