Los “Culés” tuvieron una agradable función en el “Teatro de los Sueños” gracias a un autogol del defensor inglés.
Barcelona derrotó 1-0 a Manchester United en Old Trafford y arrancó con buen pie los cuartos de final de la UEFA Champions League. Importante victoria para los catalanes, que mantienen viva su ilusión del tan ansiado triplete.
Los anfitriones quisieron imponer sus condiciones con una pelota parada a los 4 minutos de juego. Sablazo de Marcus Rashford que se fue abriendo hacia la izquierda y pasó muy cerca del palo de la mano derecha del arco defendido por Marc Ter Stegen.
Pero los de Ernesto Valverde necesitaron solamente 12 minutos para calentar motores. Balón profundo para Lionel Messi dentro del área local y un centro desde la izquierda hacia el segundo palo. Luis Suárez apareció para decir que sí con la cabeza y en el camino Luke Shaw la desvió hacia su propio arco. Philippe Coutinho llegaba para asegurar pero no hizo falta porque Shaw se encargó solito de recalcar su infortunio.
Hubo suspenso ya que el asistente levantó su bandera indicando posición adelantada (no se supo realmente a quién se refería). El árbitro Gianluca Rocchi esperó la confirmación desde la sala de control y finalmente convalidó el tanto, ya que estaba todo bien y legal.
Pese a la tempranera ventaja, Barcelona no pareció serenarse. Se notaba al equipo muy nervioso en el control del balón: pases comprometidos al compañero, falta de resolución en jugadas simples … como si el que estuviera perdiendo fuese el equipo catalán.
Los “Red Devils” no pudieron capitalizar esa confusión y les faltó agresividad para lastimar a su rival. Bueno, en lo que a fútbol se refiere, porque Lionel Messi fue víctima de una tremenda arremetida de Chris Smalling y terminó con el rostro ensangrentado.
Cuando se aquietaron un poco las aguas y regresó el planeta fútbol, Barcelona casi mete el segundo. Luis Suárez aguantó dentro del área un mal rechazo de Lindeloff tras un pelotazo largo desde el fondo y esperó por la llegada de Coutinho. El brasileño remató como venía y David De Gea salvó milagrosamente con su pie izquierdo.
El “United” contestó con una bola cruzada de Rashford al segundo palo, donde apareció de manera fantasmal el sueco Lindelof. Le faltó decisión al sueco, quien no supo si bajar la pelota y buscar el arco. Ni una cosa ni la otra en una situación que prometía mucho más.
El segundo tiempo transcurrió casi de la misma forma que el primer capítulo. Demasiada intensidad y pocas llegadas, como si el nerviosismo se hubiese apoderado de ambos. Las constantes protestas hacia el referí ralentizaron el juego y los 2 equipos no se parecieron en nada a lo que suelen ser.
Ni Barcelona fue punzante ni Manchester United decidido. Por supuesto que el reloj era el mejor aliado del visitante y el gol conseguido comenzó a tomar un valor aún mayor mientras pasaban los minutos.
Los 2 quedaron en deuda porque pueden dar más. Los “Culés” tiraron la caña y con poca carnada sacaron un trofeo. Es que el juego fue un río tan revuelto, que el visitante tuvo ganancia como los pescadores.
Síntesis:
Manchester United (0): De Gea; Lindelof, Smalling y Shaw; Young, McTominay, Fred, Pogba y Diogo Dalot (Lingard); Lukaku (Martial) y Rashford (Andreas Pereira). DT: Ole Gunnar Solskjaer.
Barcelona (1): Ter Stegen; Semedo, Piqué, Lenglet y Jordi Alba; Rakitic, Busquets (Aleñá) y Arthur (Sergi Roberto); Coutinho (Arturo Vidal), Messi y Luis Suárez. DT: Ernesto Valverde.
Árbitro: Gianluca Rocchi (Italia)
(Foto Principal: El País)