Las “Barras & Estrellas” se subieron al podio y al menos de colgaron una medalla. Las “Matildas” fueron un dignísimo rival y se ganaron el reconocimiento.
Quizás en una Copa del Mundo algunos no le den importancia pero en los Juegos Olímpicos es el bálsamo necesario para los que no pudieron jugar la gran final. En Kashima, Estados Unidos derrotó 4-3 a Australia y se hizo acreedor de la medalla de bronce, premio el tercer puesto en el Torneo de Fútbol Femenino de Tokio 2020.
Partidazo en la ciudad portuaria de la prefectura de Ibaraki, donde los 2 seleccionados dieron todo y brindaron un notable espectáculo. Para las campeonas del mundo tal vez no haya sido el color de la presea que fueron a buscar, pero conseguir la corona de olivo y colgarse una medalla no es para nada despreciable.
Y qué mejor que un gol olímpico en los Juegos ídem para inaugurar el marcador a los 8 minutos de partido. Tiro de esquina desde la punta izquierda ejecutado por Megan Rapinoe, que se cerró demasiado y sorprendió al arquera Teagan Micah.
Las oceánicas recogieron el guante enseguida porque un error defensivo estadounidense posibilitó la igualdad. Minuto 17 y Caitlin Foord recuperó una pelota que no pudo capturar en la salida Becky Sauerbrunn. Gran pase filtrado para Sam Kerr, quien definió de zurda ante el achique de Adrianna Franch y empardó la contienda.
Pasaron 4 minutos y Estados Unidos recuperó la ventaja. Bola cruzada de Christen Press desde la derecha y artera pifia de Alanna Kennedy, quien no hizo más que dejar la pelota servida. Tremenda volea de Rapinoe para sellar su doblete.
El tesón de las campeonas del Mundo apareció cuando se acababa la primera etapa y casi que sentenció el rumbo del encuentro. Presión de Lindsey Horan que dio resultado y habilitación en la izquierda para Carli Lloyd. Lindo zurdazo cruzado de la veterana delantera de 39 abriles y 3-1 arriba USA.
La propia Lloyd se encargó de pasar para el cuarto a las australianas, en el minuto 51. La calamidad volvió a llamar a la puerta de Kennedy (con ese apellido se entiende todo) porque Alanna quiso cerrar de cabeza un largo envío desde el propio campo estadounidense cuando estaba en 3/4 de cancha. Le faltó mucha fuerza para cederla la bola a su arquera Micah y Carli Lloyd se encontró con el cuero picando frente a la indefensa guardavallas. Toque sutil y póker consumado.
Australia sacó un poco de amor propio y acortó el margen, como para darle algo de emoción al cierre del partido. A los 54´, una mala salida desde el fondo de Crystal Dunn encendió el radar de Kyah Simon, quien se hizo del balón y mandó un medido centro para el cabezazo goleador de Caitlin Foord.
Y en el minuto 90 llegó el tercer grito de las “Matildas”. Emily Gielnik se tuvo toda la fe del mundo para un disparo frontal desde afuera del área y depositó la redonda junto al palo derecho del arco defendido por Franch. Pero no hubo tiempo para milagros inesperados o hazañas olímpicas. El bronce quedó en manos de las “Barras & Estrellas” y la sentida ovación para las batalladoras “Matildas”.
Con cuatro preseas doradas y una de plata, el bronce tiene gusto a poco para Estados Unidos. Pero en Río 2016 ni siquiera alcanzaron las semifinales y subirse al podio es algo que debe enaltecerse siempre. Australia llegó más lejos de lo que pensaba y la experiencia ha sido más que positiva.
Síntesis:
Estados Unidos (4): Franch; O´Hara, Sauerbrunn, Davidson y Dunn; Mewis (Lavelle), Ertz y Horan; Press (Sonnet), Lloyd (Morgan) y Rapinoe (Heath). DT: Vlatko Andonovski.
Australia (3): Micah; Polkinghorne (Gielnik), Kennedy y Catley; Raso (Nevin), van Egmond, Logarzo (Cooney-Cross) y Yallop (Brock); Simon (Fowler), Foord y Kerr. DT: Tony Gustavsson.
Goles: Rapinoe (8´ y 21´) y Lloyd (45´ y 51´) (USA); Kerr (17´), Foord 54´) y Gielnik (90´) (AUS)
Árbitro: Laura Fortunato (Argentina)
(Foto Principal: @USWNT)
