Copa Libertadores Talleres

Talleres fue rival  

El equipo de Caixinha cayó derrotado por 3 – 1 en Rio de Janeiro frente a Flamengo dejando una buena imagen pese a la derrota. El mengao fue superior la mayor parte del encuentro, pero Talleres estuvo siempre en partido y hasta se animó a soñar con el empate. Gabriel Barbosa y Everton Ribeiro en dos oportunidades fueron los goleadores del Fla. Héctor Fértoli marcó el descuento, en ese momento 2 – 1, a los 40’ del primer tiempo. La hinchada cordobesa brindó un espectáculo inolvidable en el Maracaná.

Dentro de un marco absolutamente histórico y emocionante para el albiazul, se daba inicio a la fecha 2 de la fase de grupos en uno de los estadios más imponentes de Sudamérica. Y allí estaba Talleres de Córdoba plantado cara a cara, 11 vs 11, ante Flamengo. El partido comenzó y de arranque se vió la intención del equipo argentino: Tenencia de la pelota y asociaciones permanentes para buscar al compañero libre. Además, se notaba claramente una postura ofensiva con el objetivo de presionar alto al rival y no retroceder. Caixinha quería a sus defensores a la altura de mitad de cancha.  

Corrían apenas 8’ de juego cuando el uruguayo Giorgian de Arrascaeta pisó el área y, con toda la experiencia, se dejó atropellar por Benavídez que lo cargó desde atrás y el juez central pitó penal. Gabriel Barbosa se hizo cargo desde los 12 pasos y clavó el 1 – 0 para el festejo del público local.  

Tras la ventaja, el portugués Caixinha pidió continuar con la misma intención en cuanto al posicionamiento de sus jugadores en el terreno de juego. No retroceder e ir a buscar el arco rival. Pero las fuerzas del conjunto brasilero eran muy grandes y en cada ataque el peligro era extremo. A los 16’ el endemoniado Bruno Henrique tuvo el segundo con un cabezazo que se fue apenas arriba del travesaño.  

El próximo gol estaba al caer y llegó a los 24’. Nuevamente Bruno Henrique, esta vez atacando por la banda izquierda con pelota dominada, antes de entrar en el área tocó al medio para la llegada de Everton Ribeiro que abrió el pie y definió, como los que saben, contra un palo. 2 – 0 y el panorama se tornaba oscuro para la T. Pese a que los argentinos no cometían grandes errores, la diferencia se hacía de todas formas por el poderío que tenían en frente.  

Los motivos que Talleres tenía para perder la cabeza y salirse del partido eran muchos. Pero jamás lo hizo. Mantuvo siempre la calma y en 35’, lo que antes era un agobio permanente, pasó a ser un partido más controlado. Tanto así que a los 46’ llegó un descuento que, a esa altura, era merecido. Un gran pase de Méndez dejó a Girotti pisando el área de espalda, el grandote aguantó bárbaro la marca de Willian Arao y, mejor aún, mandó una asistencia de taco para la llegada por el centro de Fértoli. El rayo metió un derechazo infernal para derrotar al portero Santos y decretar el 2 – 1 antes del entretiempo.  

En el inicio de la segunda parte, al matador le bastaron solo unos segundos para avisarle a su rival, que buscaría con alma y vida el empate. Federico Girotti se vió con posibilidades y desde 20 metros disparó al arco. El remate fue contenido, pero no dejó de ser una advertencia.  

A los 53’ el DT visitante dejaría algo claro: Quería lograr la igualdad. Lo confirmó con tres variantes ofensivas. Salieron: Oliva, Esquivel y Fértoli. Ingresaron: Ángelo Martino, Michael Santos y Diego Valoyes. La primera jugada del colombiano fue un desborde a Filipe Luis que derivó en falta y amarilla para el lateral ex Chelsea. Al 7 se lo extraña desde su lesión.  

La jerarquía individual no necesita de un gran rendimiento colectivo para sacar diferencias. Y esto fue lo que pasó cuando el reloj marcaba 60’. Flamengo no encontraba los circuitos, el equipo de Barrio Jardín estaba cómodo por primera vez en la noche, tenía mucha confianza y el empate no parecía una utopía. Pero claro, la pelota volvió a estar en los pies de Bruno Henrique que, con un pase hermoso, dejó a Everton Ribeiro frente a Guido Herrera y el capitán no perdonó. Zurdazo al primer palo y 3 – 1.  

Cuatro minutos más tarde la visita volvería a demostrar que su cabeza seguía sin perder el rumbo. Michael Santos metió un gran centro para la llegada en el punto penal de Martino, el volante cabeceó solo y se perdió una oportunidad increíble para descontar. Remató al medio del arco y débil.  

En los últimos minutos siguió la tendencia de un Flamengo súper peligroso que quería buscar la goleada y el albiazul queriendo defender la diferencia de dos goles. Hubo varias chances para aumentar el marcador, pero fue final y terminó en 3 – 1. Una presentación que para el club argentino deja, en lo matemático, 0 unidades. Para los libros de historia una página inolvidable, y en cuanto a lo futbolístico, muchas cosas positivas para lo que viene. Todavía quedan 4 fechas en el grupo y una de ellas, será recibir al mismo rival en el Mario Alberto Kempes. Será una nueva fiesta.  

Foto: Diario La Voz

Por Juan Bovone 

 

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