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SuperCup: Manchester City volvió a navegar sobre aguas ganadoras

En el puerto del Pireo otra vez la marejada celeste gritó campeón y es el cuarto título para los “Cityzens” en lo que va de 2023. Corona número 36 para Pep Guardiola, el segundo DT más galardonado en la historia del fútbol, detrás de Mircea Lucescu.

El envión ganador de un equipo que ayer nomás era pura frustración más allá de sus fronteras, hoy puede quedarse tranquilo que va en camino de sentar las bases de un dominio continental. En el Stadio Georgio Karaisaki del puerto del Pireo (Grecia), Manchester City y Sevilla igualaron 1-1 pero los británicos ganaron 5-4 en la definición por penales y se quedaron con la Supercopa Europea.

El duelo que enfrentaba al ganador de la UEFA Champions League con el vencedor de la Europa League es el que pone en juego el primer título oficial de la temporada en el “Viejo Continente”. Ambos elencos ya dieron marcha en sus respectivas ligas y para los de Guardiola significó la cuarta consagración en lo que va de este 2023.

El culto a la posesión jamás se traicionó para los ingleses y la tenencia del balón mostró un leve dominio por encima de los andaluces en los primeros minutos. Cole Palmer – fresca aparición que dará que hablar en el futuro – puso a prueba a Bono con un zurdazo desde afuera del área que el portero marroquí controló con seguridad.

Al séptimo minuto Bono tuvo que esforzarse para tapar de manera sensacional un cabezazo de pique al suelo de Nathan Aké que tenía destino de gol. La tercera no fue la vencida porque otra vez el arquero africano – confeso hincha de River Plate – conjuró un disparo de Jack Grealish con la solvencia de Amadeo Carrizo. Mejor el “City”, tanto que por esas cosas del fútbol el que golpeó primero fue Sevilla.

Minuto 25 y conexión argentina en la izquierda para construir la apertura del marcador. De Lucas Ocampos para Marcos Acuña y el “Huevo” metió una linda bola cruzada casi al punto del penal. Youssef En-Nesyri se filtró entre los 2 centrales y puso la cabeza para dejar parado a Ederson Moraes y adelantar a los españoles en el resultado.

Se fueron al descanso con la inmerecida diferencia para los ibéricos y al inicio del complemento se refrescaron las páginas de los viejos libros de fútbol. Es que el conocido axioma de “los goles que se erran en un arco, se sufren en el propio” le dijo presente a un Sevilla que no supo aprovechar su momento.

A los 49´, una réplica comandada por Ocampos dejó la mesa servida para el segundo tanto español. Gran movimiento del quilmeño para desairar a Kyle Walker y veloz escalada por la izquierda. Pase al medio y En-Nesyri se ató la servilleta al cuello para su segundo bocado pero definió justo al cuerpo de Ederson y se quedó sin postre. Es que cada contraataque era sensación de segundo mazazo y acariciarle los bigotes a un león mientras duerme es algo más que peligroso.

Entonces los “Cityzens” despertaron del letargo y emparejaron el marcador. Minuto 63 y un centro a perfil cambiado de Rodri desde la izquierda encontró no a 1 sino a 3 jugadores celestes que llegaron por el segundo palo. Cole Palmer metió un cabezazo bombeado – casi a lo Walter Samuel contra América de México en la semifinal de la Libertadores 2000 – y dejó todo como al principio.

Palmer estaba encendido y nuevamente exigió a Bono con otro zurdazo en la puerta del área que combinó potencia y precisión. Luego Aké otra vez desnudó la pobre defensa española en las pelotas aéreas con un cabezazo y apareció el bombero Bono para apagar el incendio. Walker quiso la heroica con un remate desde la quinta dimensión y la bola se elevó por sobre el travesaño. Se terminó el partido como lo empezó el “City” y la contienda se iba a dirimir en los penales.

Registro perfecto para los ingleses con las ejecuciones de Haaland, Julián, Kovacic, Grealish. Sevilla hizo lo propio con Ocampos, Rafa Mir, Rakitic y el infalible Montiel, para dejar el tablero 4-4.

El turno de Walker y Bono estuvo muy cerca de otro milagro. El quinto penal andaluz en los pies de Nemanja Gudelj y el sonido metálico del travesaño desató la euforia celeste. Manchester City campeón desde los 12 pasos y tercera estrella europea para sus vitrinas.

Los españoles perdieron su sexta final en este certamen, la primera en los penales. La mística ganadora en la Europa League se contrasta en cada derrota que sufre al medir fuerzas con el campeón de Europa. En Estambul se rompió el maleficio para un Manchester City que por fin pudo bordar su primera estrella, la que más ansiaba. En Grecia volvió a beber un sorbo de la copa y la poción ganadora le puso a los “Cityzens” el traje de superhéroes. Y por supuesto, el druida que tiene la receta siempre será Guardiola.

Por Emiliano Schiavi / @ejschiavi

Síntesis:

Manchester City (1) (5): Ederson; Walker, Ajanki, Aké y Gvardiol; Foden, Kovacic y Rodri; Palmer (Julián Álvarez), Grealish y Haaland. DT: Pep Guardiola.

Sevilla (1) (4): Bono; Navas (Montiel), Baldé, Gudelj y Acuña; Ocampos, Jordán, Rakitic, Oliver Torres (Juanlu Sánchez) y Lamela (Suso); En-Nesyri (Rafa Mir). DT: José Luis Mendilibar.

Goles: Youssef En-Nesyri (25´) (SEV) y Cole Palmer (63´) (MCI)

Árbitro: Francois Letexier (Francia)

(Foto Principal: @ManCity)

Emiliano Schiavi

Soy Emiliano Schiavi y siempre me interese por el fútbol internacional. Sin cable ni internet me las arreglaba leyendo el "Guerin Sportivo" o cualquier revista extranjera que sólo se conseguía en pocos kioscos del Centro. También me acompañaba algún VHS sobre la historia de los mundiales y nunca me cansaba de verlos. Por eso le preste atención al fútbol de Europa, Africa, Asia y - si estaba aburrido - Oceanía. Descubrí un medio maravilloso como la radio y conocí buena gente (grandes amigos) que me acercaron al Rincón del Fútbol. La radio es una pasión, pero escribir es un deleite. Y todos los dias lo hago en este espacio, donde investigo y me gusta informar y entretener. Mi mayor expectativa para este nuevo proyecto es seguir aprendiendo. Porque a los 45 años también se aprende, créanme. Tengo total libertad para expresarme, leer y ser leído. Porque nadie desafina cuando uno escribe lo que se le canta. Digamos todo ...

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