El entrenador le hizo llegar a la dirigencia su desvinculación en la noche del lunes. Con un comunicado a la comunidad deportiva, la institución de Mataderos publicó en su sitio, la decisión unánime con el conductor técnico.
Paradójicamente Omar Labruna dejo la dirección técnica de Chicago. El histórico jugador, devenido a la directiva deportiva, volvió a tener una experiencia fugaz en el conjunto de Primera Nacional.
La etapa anterior había sido gloriosa, dada la obtención del ascenso de Primera B Metropolitana a Primera B Nacional en la temporada 2014. Esa campaña fue conducida en 30 oportunidades por el DT y en abril del siguiente año, la directiva determinó la desestimación del cargo.
En marzo de este 2020 firmaba una nueva objeción para con la institución. El contexto era rotundamente contrastado por la pelea por no descender nuevamente a la tercera división del fútbol argentino. Si bien la definición de AFA por suspender momentáneamente los descensos, beneficio la persistencia del “Torito” en la categoría, Omar dio un paso al costo al dirigir solo un encuentro ante Ferro (1-1).
Posterior al decreto de emergencia pandémica el equipo debió resignar diez jugadores, y sustitución de ese número de bajas parecía no ser complacida por la Comisión Directiva. Esta degradación contrapuso las pretensiones del DT, y las consecuencias resplandecieron con su salida.
Momentáneamente, Ezequiel Giaccaglia ocupará la directiva interina, ya que conduce a la reserva desde hace años, y fue el elegido extraoficialmente previo a la llegada de Labruna.
Autor: Gabriel Vázquez
