Boca Juniors Liga Profesional

Riquelme y una apuesta de alto riesgo

El ídolo de Boca decidió participar de las elecciones y acompañar a la fórmula Ameal. Denuncias, acusaciones y viejos rencores salieron a la luz. El Diez pone en juego su idolatría.

El de Riquelme no va a ser el primer caso de un ex jugador que se involucra en la política del club de sus amores. Juan Sebastián Verón, hijo pródigo de Estudiantes, comanda los destinos de un Pincha que días atrás celebró la inauguración de su nuevo estadio. La gestión de la Bruja por ahora mantiene “ilesa” su idolatría.

A lo largo de la historia hubo otros casos similares, pero con un desenlace muy diferente al de Verón. Carlos Babington fue campeón del Metropolitano 73 con Huracán, aquel equipo histórico del Flaco Menotti. En 2006 fue elegido presidente del Globo, cargo que desempeñó hasta 2011. En su gestión el equipo de Parque Patricios fue subcampeón de Vélez en 2009, aquella noche del polémico arbitraje de Gustavo Brazenas. Sin embargo, los hinchas de Huracán tienen una pésima imagen del Babington presidente, a tal punto que no volvió a pisar el Ducó y enfrentó causas judiciales por supuestas irregularidades en la transferencia de varios jugadores.

Si Babington llegó a ser mala palabra en Parque Patricios, que decir de Daniel Passarella en Núñez. Ídolo de River, campeón como jugador y entrenador, el Kaiser también incursionó en la arena política del Millonario entre 2009 y 2013 como presidente. Su gestión quedó en la historia:  en 2011 la Banda descendió a la B Nacional y Passarella fue indicado como el gran responsable de esta situación. A lo igual que Babington, el Kaiser enfrenta causas judiciales en su contra.

Riquelme no se animó a tanto. Aunque se especuló con una posible candidatura a presidente, JR ocupa el tercer lugar en la lista de Identidad Xeneize. Y sabe mejor que nadie que su presencia puede aportar un caudal de votos claves para definir la votación.

El Diez sabe que el riesgo es grande, pero se animó a la “rosca”. Es que desde que anunció su postulación fue el blanco de muchas críticas. José Beraldi, candidato a presidente de Volver a Ganar, dijo “nos pidió algo inaceptable” en referencia a las negociaciones para sumar a JR. “No voy a decir lo que nos pidió Riquelme, vamos a dejar que el hincha de Boca siga teniendo su ídolo”, señaló de manera contundente Daniel Angelicci. 

Eso que nadie se animó a poner en palabras si lo hizo Diego Maradona al manifestar “Riquelme no puede venderse al mejor postor”. Por si fuera poco, el DT de Gimnasia agregó ayer “no queremos tener un Passarella en Boca y si gana Riquelme, agarrate”. Más claro, imposible.

A lo largo de su etapa como jugador, el juego de Riquelme despertó admiración. Pero su personalidad lo puso en el centro de la escena en más de una ocasión y varios se animaron criticarlo. Algunos aducen que Riquelme se cree más importante que Boca.

A favor de los que lo critican puede mencionarse cierta contradicciones en las que cayó Riquelme. Nunca hubo feeling con Angelicci, el “delfín” de Mauricio Macri, otro con el que el hombre de Don Torcuato tuvo roces. Angelicci lo “empujó” a retirarse en Argentinos, expresó en estos dias Román. Luego de un tiempo sin contactos, Riquelme tuvo varias reuniones con el presidente de Boca con motivo de su partido despedida.

Se rumoreó fuerte con la posibilidad que el Diez fuera en la lista del oficialismo. Luego de su pedido de unidad trunco, y de anunciar que participaría de la lista de Identidad Xeneize, Riquelme sostuvo que ” negociamos con el oficialismo y con Ameal”

Posteriormente el Diez atacó con dureza a Angelicci y señaló “cuando yo ascendí con Argentinos hubo en alguien que dijo ‘mientras yo sea presidente de Boca, Riquelme no vuelve mas’. ¿Quién lo dijo?. Yo tengo orgullo, me lastimaron pero a mi familia más. En la vida no todo se puede comprar“.

Muchas conclusiones se pueden elaborar respecto a esta frase de JR. Pero como mínimo llama la atención que Riquelme se haya sentado a negociar con aquellos  que lo lastimaron a el y a su familia. Cuanto menos hay algo que no cierra,

El ídolo Xeneize, dueño de una inteligencia absoluta con la pelota bajo la suela, habrá pensado mucho su decisión. Cuando era jugador, una maniobra suya podía significar alcanzar un logro. Ahora, su sola presencia no garantiza nada

No sólo deberá tomar las decisiones correctas en el manejo del fútbol, sino también esperar que aquellos en los que confíe (ayudantes, DT, refuerzos, etc) cumplan. No es lo mismo ser jugador que dirigente. La espalda de Riquelme es enorme y aunque la gratitud de los hinchas hacia él parece infinita, no es un cheque en blanco tampoco. 

“Cuando sos jugador, tenes una idolatría total, cuando pasas a ser DT empieza a declinar y cuando sos presidente caes del todo. Me metí en política, grave error, embalado por amigos”, contó alguna vez Babington.

Riquelme no es el candidato a presidente. Ocupará eventualmente la vicepresidencia segunda. Pero así como cuando era jugador se robaba toda las miradas, ahora también va a ser lo mismo. Una apuesta de riesgo, a todo o nada.

Imagen destacada: Jujuyalmomento.com


Lucas Blanco

Cuando pense que esto era una etapa pasada y perdida de mi vida, Dios quizo que nuevamente me reencuentre con esta pasion. Y el que entiende de "pasiones" (como bien dice el personaje de Guillermo Francella en el "Secretos de tus Ojos) no la cambia por nada. A lo sumo, la posterga, la oculta, pero siempre esta latente hasta que vuelve a despertar. Y un compañero de trabajo hizo de "despertador". Y aqui estoy junto a la gente del Rincon que con mucha generosidad me abrieron las puertas de este "lugarcito" que es combustible para mi vida. El futbol, el deporte en general. Los tatuajes. Los bichos. Los libros. La musica. Lo nacional y popular. Los codigos. Mis otros pasiones que me convirtieron en este loco enamorado que esta aqui para aportar lo poco sabe pero con muchas ganas.

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