Ituzaingó, tras un gran partido donde fue superior los 90′, le ganó el clásico a Midland de visitante 2-0 y sigue arriba en el promedio y dentro del Reducido. El Funebrero va de tropezón en tropezón y de a poco se aleja de los primeros puestos para buscar el ascenso directo. Entre balas de goma y gas pimienta, parte de la hinchada se enfrentó con la policía en la estación de Libertad, durante el primer tiempo a la entrada de la popular y en la salida al finalizar el encuentro.
Si algo no se puede negar es que no importa cuándo juegue el conjunto de Libertad, la hinchada de Midland hace de cada partido una fiesta llenando la cancha y alentando sin parar.
Y de nuevo, esta vez jueves por la tarde, en el oeste hubo clásico entre el León y el Funebrero; el local con la necesidad imperiosa de volver a la victoria para no perderle pisada a los líderes y la visita buscando seguir con la racha positiva que lo deje entre los ocho del octogonal como yapa de la permanencia, el primer objetivo.
Desde el primer momento se notó la concentración del conjunto Verde que manejó a su antojo el juego de todo el partido y fue así que aunque le costó llegar a los goles, fue más que su rival, un Midland de nuevo nervioso, perdido en su propia cancha y otra vez cayendo en el resultado, quedándose nuevamente masticando bronca y más todavía por ser un clásico.
Ituzaingó salió decidido a llevarse por delante al dueño de casa, y con el empuje de Fernando López desde la defensa, hasta Volpi en la ofensiva, logró desequilibrar cada línea del Fune, que apenas pocas jugadas claras pudo hilvanar en todo el cotejo, y que mayormente careció de peso ofensivo aún con Buono y Vivanco en la delantera.
Así y todo Midland aguantaba como podía los embates de la visita, pero poco pudo hacer a los 35 minutos cuando el 9, Volpi, mandó la pelota al fondo de la red y dejó sin chances a Mansilla que voló pero que nada pudo hacer para evitar la caída de su arco.
El León empezaba a justificar con el resultado, lo que venía demostrando en el juego.
La segunda parte fue más de lo mismo, aunque Midland trató de llegar más cerca de Pisano, que reaccionó sin dudas en cada atajada, el nerviosismo y la desesperación le jugaron una mala pasada a los dirigidos por Bergés, y cuando se termina el partido, con tan sólo 3 minutos en cancha, Anriquez selló la victoria y desató la alegría de los locales que extrañamente estaban en la parte baja de la platea en gran número.
Los minutos de descuento de Pafundi no fueron suficientes para que el Funebrero siquiera llegara al descuento que esta vez ni siquiera mereció. La preocupación ya se ve en las caras y por más que todavía sigue dentro del grupo del Reducido, es más que claro que el presente no es bueno y cuanto antes debe volver a la victoria y sobre todo al buen juego para no perder terreno.
Ituzaingó festejó en rodeo ajeno y con toda justicia se llevó los tres puntos que logró a base de buen juego, tranquilidad e inteligencia para dominar a su rival. La fiesta fue verde y total, pensando que está arriba en el promedio, en el octogonal y que se quedó con algo tan valioso como lo es un clásico.
El León enterró de un rugido al Funebrero en su propio campo y lo disfrutó de principio a fin.
Síntesis:
Midland (0): Matías Mansilla, Andrés Siena (45′ Dalmiro Gaeto), Patricio Grgona, Gastón Schmidt, Claudio Núñez (45′ Martín Civit), Claudio Leguizamón, Diego Grecco, Leandro Scornaienchi, Armando Lezcano, Gonzalo Vivanco, Lucas Buono (82′ Bruno Rodríguez). DT: Javier Bergés.
Suplentes: Gonzalo Ojeda, César Acosta, Jonathan Figueira, Leonardo Celín.
Ituzaingó (2): Blas Pisano, Fernando López (90′ Matías Vallejos), Federico Carballo, Leonel Córdoba, Braian Hollembach, Mariano Cristaldo, Julián Sarasibar, Mauro Boaglio (83′ Javier Monzón), Nicolás López, Matías Italiani, Bruno Volpi (84′ Damián Anriquez): DT: Diego Ayoroa.
Suplentes: Nahuel Rossi, Maximiliano Lara, Gerónimo Silva, Alan Gramajo.
Fotos e Informe: Astrid Gómez Nardo