Felices 60 años a quien nos hizo felices. Hoy, los festeja en el Bosque como DT de Gimnasia.
Pelusa.
El de Fiorito (Gracias Tota y Chitoro).
Cebollita y campeón (Gracias Francis).
El bicho que dijo “acá estoy yo” con un caño a Cabrera y deslumbró al mundo desde La Paternal.
El de las lágrimas en la quinta de Salvatori cuando el Flaco le dijo “no”.
El de la revancha en Japón con sus amigos.
En el ’81, hizo que la Bombonera tuviese taquicardia.
Mundial, Barcelona, hepatitis, fractura…tenía que volver a ser.
Fue San Genaro.
Es para llorar perdonenme…
Dios sucio, pecador, el más humano de los dioses.
Le cortaron las piernas y siguió dejando huella.
La pelota…la pelota no se mancha.
Diego, el de las mil vidas, al que le pedimos que nos cumpliera millones de sueños, cumple 60. Que son 600, 6000, 6 millones de años Diego. Los cumple en el Lobo, ese Lobo al que nunca le hizo un gol (y hasta lo expulsaron por pelearse con Tu-tu-tino). Visita de lujo en el ’84 para decirle crack a Copito Andrada y ser feliz con un sánguche de milanesa. Se puso 45 minutos la azul y blanca en el clásico del siglo a beneficio de la Cruz Roja y volvió en 2011 para despedir al Melli en una tarde para lágrimas.
Hasta que una tarde de setiembre del año pasado, dos pasiones se saludaron. Y el triperío adoptó a Diego como nacido en el Mondongo y Diego volvió a ser Pelusa. Aunque no esté doña Tota para cuidarlo, son miles los que lo quieren y desean verlo bien. Feliz. Y si es en el Lobo, mejor.
Hoy al mediodía, tras reinaugurarse el Mural del “Gol del Siglo” en 131 entre 53 y 56 (los paredones del acceso a los talleres del viejo tren Provincial) habrá caravana del triperío hasta Campos de Roca, para saludar a Diego en su cumpleaños.