Ni la lluvia torrencial pudo detener la marcha triunfal de los “Culés”, que ganaron 10 de sus 11 partidos ligueros. El “Aleti” respiró sobre el final y pudo sonreír sin chistes de gallegos.
Barcelona derrotó 2-1 a Sevilla en el Camp Nou y mantiene los 4 puntos de distancia sobre Valencia, con un tremendo andar en La Liga. Cuando todas las miradas se posaban sobre Lionel Messi por su partido número 600 con la camiseta blaugrana, fue Paco Alcácer el salvador de los locales con un doblete.
Pese al diluvio en Cataluña (como si el clima se pusiera de acuerdo para definir la intensa situación política que se vive en la región), los de Ernesto Valverde no tuvieron que subirse a los botes: de principio a fin fueron más que los andaluces y resolvieron el encuentro con un goleador tapado.
Ivan Rakitic cumplió una formidable labor y se hizo dueño de la pelota, para armar un tándem con Sergio Busquets y lastimar a Sevilla con los constantes cambios de frente y pelotas en profundidad.
El primer aviso fue una excelente bola cruzada del croata en dirección a Messi. La “Pulga” controló el balón y enganchó ante la barrida de un defensa, para meter el centro atrás en dirección de Busquets. Sergio no le dio con demasiada potencia y permitió que Clement Lenglet despejase en la línea.
Los de Eduardo Berizzo respondieron por intermedio de Luis Muriel. El colombiano le robó una pelota a Samuel Umtiti casi en la mitad de la cancha y encaró hacia la portería local. Antes de ingresar al área, sacó un potente disparo, pero la caprichosa se fue por encima del horizontal.
Rakitic estuvo a punto de cumplir con la “ley del ex” con un zurdazo cruzado que salió apenas ancho sobre el vertical izquierdo. Más tarde hubo una jugada calcada protagonizada por Andrés Iniesta, y el “Cerebro” también le dio con la de palo: otra vez el balón salió muy cerca del poste.
La paridad se rompió en el minuto 23. Luis Suárez se vistió de pasador y le metió una linda pelota a Francisco Alcácer. En el camino quiso controlarla Sergio Escudero pero no hizo más que amortiguar la velocidad y dejarla justo para el ex Valencia y Getafe. Paco definió por debajo del cuerpo del arquero David Soria y puso las cosas 1-0.
En el complemento, los visitantes volvieron a la carga nuevamente por intermedio de Muriel. El nacido en Santo Tomás esta vez disparó de zurda y Ter Stegen apenas rozó la pelota para enviarla sobre el travesaño.
Sin embargo, la igualdad llegó a balón detenido. A los 59´, un tiro de esquina ejecutado por Ever Banega desde la punta izquierda tuvo un perfecto cabezazo de pique al suelo de Guido Pizarro, que dejó sin chances al portero alemán.
Los catalanes recogieron el guante y fue Gerard Piqué quien tomó la lanza. El defensor incursionó en ataque y metió una bomba desde lejos, pero la pelota besó el larguero y salió por encima.
Pero Barcelona no se desesperó y recuperó la ventaja en el minuto 65. Todo se gestó con un robo de balón de Umtiti, quien hizo lo que cualquier mortal haría: se la dio a Messi. Lionel buscó por derecha a Rakitic e Ivan metió un centro de esos que lastiman. Nuevamente Alcácer con un gran anticipo ofensivo para facturar por duplicado, como PA-COmponer el idilio con los hinchas.
Fueron vanos los intentos de meter un gol para completar la fiesta de los 600 partidos de Messi, ya que Soria le negó su grito sagrado con una atajada tras un latigazo de zurda al primer palo.
Barcelona no para de ganar, ya sea a nivel doméstico como europeo, y de a poco se perfila para pelear seriamente en los 3 frentes. Sin Neymar, con un Luisito Suárez que resigna goles para entender que se juega en equipo y con el elemento indefinido que falta para que el tridente vuelva a ser mortal, los “Culés” no renuncian a su idea ni a su fuego sagrado. Por supuesto que la pelota siempre lo agradece.
Atlético Madrid festejó en la agonía del encuentro y venció 1-0 a Deportivo La Coruña en Riazor. Diego Simeone alcanzó su triunfo número 300 en su carrera como entrenador y es el número que mejor define a este “Leónidas del fútbol”.
Nunca hay que dar por muerto al “Aleti”. Casi eliminado en la UCL (necesita un milagro para seguir con vida), un poco lejos en el torneo local (pese a ser uno de los 3 invictos), pero con la firme convicción que al final de la temporada siempre será un equipo protagonista.
Ya sin Pepe Mel en el banquillo, los gallegos venían de aprovecharse de Las Palmas para cortar la racha de 2 juegos sin victorias, pero había que ratificar la levantada para no volver a pensar en la zona ardiente.
Y quien quiso más fue el equipo “colchonero”, que encontró el alivio en el minuto 91. Un tiro libre en la puerta del área que Gabi pidió para su ejecución. El volante madrileño amagó a rematar y tocó corto para Thomas. El ghanés sacó un precioso remate que combinó potencia y dirección, para dejar parado al arquero rumano Pantilimon y asegurar los 3 puntos.
Se viene en 2 semanas el clásico citadino para el “Aleti”: la prueba de fuego para ganar confianza y empezar a definir las aspiraciones del conjunto de Simeone.
(Foto Principal: Marca TV)
