UEFA Champions League

La primavera europea del 98

Este sábado Real Madrid y Juventus jugarán una nueva final de Champions League, lo que nos remonta a la temporada 1997/98, donde los de Turín y los de Madrid disputaron su única final  hasta el momento.

Real Madrid era integrante del Grupo D junto a Rosenborg de Noruega, Porto de Portugal y Olympiacos de Grecia. Producto de su participación en ese grupo, obtuvo 4 victorias, un empate frente al equipo griego, y una derrota en manos del conjunto noruego. Terminó liderando su grupo con 13 puntos, 15 goles a favor y sólo 4 en contra, como resultado de las  goleadas por 4 a 1 al Rosenborg, 4 a 0 al Porto y 5-1 al Olympiacos, todas en condición de local. Luego en eliminación directa venció al Bayer Leverkusen de Alemania con un global de 4 a 1, y luego al Borussia Dortmund también de Alemania con un global de 2 a 0. Es decir que al momento de llegar a la final contó con 21 goles a favor, y 5 en contra.

El once inicial que salió a jugar la final en el Amsterdam Arena. (Foto: Elmundodeporte.com)

La Juventus, por su parte, había integrado el Grupo B con Feyenoord de Holanda, Manchester United de Inglaterra y el Košice de Eslovaquia. Los bianconeri terminaron segundos en su grupo con 12 puntos, con 12 goles a favor y 8 en contra, producto de 4 victorias y 2 derrotas. Una de ellas por 3 a 2 frente a los Diablos Rojos en Old Trafford, y la otra por 2 a 0 frente al Feyenoord. Luego fue el turno de enfrentarse al Dynamo de Kiev de Ucrania, derrotándolo por 5 a 2 en el global, y Mónaco de Francia con un 6 a 2 global para acceder a la final. Se totalizaron 23 goles a favor, y recibieron 14 en la meta de los italianos en el camino hacia la gran final.

Los elegidos por Allegri para la tercera final consecutiva. (Foto: Football Citizens)

Las dos caras de los finalistas eran bien distintas. Por un lado, los Merengues que hacía 32 años que no ganaban la máxima competencia a nivel clubes del continente europeo y estaban ansiosos de conseguir su séptima estrella continental. A la suma de males, que el torneo de Liga lo habían perdido a manos del Barcelona, y la única posibilidad de competir en la edición 1998/99 era saliendo campeón.

Del lado de la Vecchia Signora, era su tercera final consecutiva, ganando la edición 1995/96 al Ajax holandés, y perdiendo la competencia de 1996/97 en manos del Borussia Dortmund alemán. Sin duda alguna, la final de 1997/98 no era más que una buena oportunidad de demostrar su supremacía en el viejo continente.

Y llegó el día de la gran final en el Amsterdam Arena de los Países Bajos. De un lado, el deseo de cortar la interminable sequía. Del otro, la ambición de convertirse en dominador absoluto.

Del lado madridista, había nombres que marcaron una época, como el del brasileño Roberto Carlos, el argentino Fernando Redondo (único argentino en disputar aquella final), el holandés Clarence Seedorf y el mítico Raúl González, quien por aquel entonces ni se imaginaba ser el símbolo del Madrid en el futuro.
Del lado turinés, un equipo que hacía tiempo jugaban juntos, y habían obtenido logros a granel, en el que no hacía falta esperar a que llegara la noche para observar una estrella. Con mirar esa plantilla que estaba repleta, bastaba. La rudeza de Paolo Montero, la elegancia de Didier Deschamps, la técnica de Edgar Davis, la eficacia de Filippo Inzaghi, o el trato que le daba el magistral Zinedine Zidane eran algunas de las cualidades de esa Juve.

Zinedine Zidane, emblema de los bianconeri. (Foto: Dayli Mirror)

Jupp Heynckes preparó el partido con mucha antelación, y su táctica era simple: que Zinedine Zidane no tuviera contacto con el balón. El alemán sabía que el 10 francés con la pelota en los pies podía hacer un descalabro, por eso encomendó a Cristián Karembeu que esa noche juegue de sombra de Zidane. Fue el mayor acierto, ya que sin la participación del galo, la Juventus careció de ideas ofensivas, y no supo encontrar un plan B.

Comenzaba una leyenda,Raúl González. (Foto: Goal.com)

 

Jupp Heynckes con la Copa en manos. (Foto: Getty)

Todo el partido lo destrabaría alguien que había llegado para esa temporada a La Casa Blanca. Luego de jugar en el fútbol de su país y con un paso anterior en el Valencia español, Lorenzo Sanz, presidente desde 1995, pagaría al conjunto Che la suma de 1.200.000 de pesetas por el delantero montengrino Predrag Mijatovic. El nacido en Podgorica no había convertido en toda la competición, y era una espina que tenía clavada. Para colmo, en un entrenamiento previo al partido sintió un pinchazo y, al consultarlo con el kinesiólogo, se dio cuenta de que tenía una pequeña rotura facial entre el gemelo y el soleo de su pierna derecha. Le confió al médico el secreto de su lesión, ya que ese partido no se lo perdería por nada del mundo, ya que era su anhelo desde que empezó a patear un balón en las calles de Belgrado. El delantero no arriesgaba ni un poco más de la cuenta en los entrenamientos, primero para que no se diera cuenta el Míster y así perderse la final, ni para empeorar la lesión. Nadie advirtió que él era el único que salía con medias largas a los entrenamientos, para cubrir las vendas en la zona de su lesión. Y al entrenador mucho menos le pareció sospechoso cuando un día antes del partido, luego de concluir el último entrenamiento, le preguntó por qué no se quedaba a practicar penales con los demás. “Quédese tranquilo que no los vamos a necesitar”, contestó más para eludir al técnico que por una muestra de confianza.

Mijatovic festeja el tanto de la victoria y el único suyo en la competencia. (Foto:Goal.com)
Mijatovic festeja el tanto de la victoria y el único suyo en la competencia. (Foto: Goal.com)

Cuando el reloj marcaba los 66 minutos, en una de sus habituales trepadas Roberto Carlos entra al área y dispara un misil, quien da en un jugador de la Juventus, y el rebote le queda servido a Mijatovic, quien elude al arquero y ante el esfuerzo del uruguayo Montero, que sólo le quedó acompañar el trayecto del balón con la vista, marcó el 1 a 0 empujándolo al fondo de la red. El resultado sería inamovible y marcaría la séptima consagración en certámenes continentales, dejando que la desazón vuele desde Amsterdam a Turín.

Mijatovic ya dejó en el camino a Angelo Peruzzi ante la mirada de Paolo Montero. (Foto: EuropaPress)

De poco sirvió el ingreso de Antonio Conté y de Daniel Fonseca ordenado por el italiano Marcelo Lippi, y marcaría el final de un proceso exitoso, que marcó las salidas de Zizou y una nueva reestructuración en su plantilla.

Del lado madrileño, sería el nacimiento de una era cargada de laureles aunque ya sin Heynckes en el banco de suplentes, porque que el obtener la corona europea no le aseguró el seguir al frente de la plantilla.

Hoy el panorama es totalmente inverso. El Real Madrid desde la obtención de la Copa en los pies de Mijatovic consiguió 4 “Orejonas” más (99/00, 01/02, 13/14, y la última 15/16). El Dream Team comandado por alguien que supo jugar esa final con los bastones blancos y negros como Zinedine Zidane que representan Gareth Bale, Toni Kross, Marcelo, Karim Bemzema y el astro de Cristiano Ronaldo choca con la necesidad de coronarse campeón de Europa de un dominador absoluto del fútbol italiano que tiene en sus filas a Sami Khedira, Juan Cuadrado, Dani Alves, el emblema de Gianluigi Buffon en la portería y el agregado de los argentinos Paulo Dybala y Gonzalo Higuaín para el equipo dirigido por Massimo Allegri, que desde la temporada 1995/96 no sabe lo que es tocar el cielo de su continente.

La BBC quiere hacer historia y conseguir el doblete con Cristiano Ronaldo como máximo estandarte. (Foto: Getty)

 

La leyenda, los goles y la habilidad se quieren unir para cortar la sequía europea. (Foto: Getty)

Casi 20 años y el fútbol vuelve a regalarnos un excelente espectáculo.

Que sea como aquella noche del 20 de mayo. Que sea como la primavera europea de 1998.

 

Foto Principal: Daily Mirror

Axel Carrizo

Mi Nombre, Axel Carrizo, apellido de arquero y de 5 rústico.Llegue al Rincón, de casualidad, de

paracaídas, y al tiempito empecé a comentar, a debatir,teniendo grandes debates con el archi enemigo

más poderoso,sin desmerecer a ninguno de mis compañeros.De a poco me fueron haciendo un

lugar,entrando en confianza,hasta qe nos integramos,y pude conocer mejor a la gente que forma parte de

esta enfermedad. Soy de los que piensan qe es mejor el disfrutar el como llegar, y si no se llega, haber

disfrutado el camino.La bocha siempre al diez y no hay mejor número para la quiniela que el 4-3- 1-2

Nacional y Provincia. Amante del buen juego,soy padre de 3 soles que me alegran la vida, además de

vigilador de profesión. Siempre se puede debatir,siempre es lindo generar un debate, exponer una

opinión, y ese va a ser mi lugar en este espacio,va a ser Mi Rincón De La Opinión. Vendría a ser como el

Latorre de este lugar,pero sacame el country y pone el conurbano como paisaje.Está es mi presentación,

La de un pibe de 25 años,familiero,enfermito de la pelota,que hoy,esta cumpliendo una meta, y es la de

llegar a quien me lee.Apellido de arquero,alma de goleador,la vida siempre es una contradicción. Abrazo

De Campeón

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