El neroazurro venció en San Siro al Atlético Madrid por 1 – 0 con gol de Arnautovic a los 79’ y volará con ventaja hacia España para el partido de vuelta a disputarse el Miércoles 13 de Marzo.
Un marco impresionante se presentó en Milano para el primer partido de la serie entre Internazionale vs Atlético Madrid por los octavos de final de Champions League y el partido estuvo a la altura de las circunstancias desde el minuto uno. Porque pese a que la alineación inicial se mostraba defensiva, Atlético fue quién tuvo la primera oportunidad de romper el cero. Fue a los diez minutos cuando Samu Lino recibió en la punta izquierda del área y se perfiló para su derecha buscando abrir el pie en busca de colocarla en el segundo palo, pero la redonda se fue desviada.
Dos minutos más tarde apareció la gran polémica de la jornada. Un rebote dentro del área de Jan Oblak tuvo a la pelota chocando contra la mano de Nahuel Molina, pero el juez central y el VAR consideraron que finalmente el impacto había sido con el brazo del argentino pegado al cuerpo.
Pese a tener la primera chance de gol en el encuentro allá por el inicio, el colchonero era dominado por Inter. El equipo italiano era amo y señor del juego, con Barella y Lautaro Martínez como los principales responsables de que esto así suceda. Fueron ellos quienes protagonizaron una de las jugadas más claras de estos primeros 45’, porque el italiano envió un centro espectacular para que el toro le gane de arriba a Josema Giménez pero Oblak estaba atento, como casi siempre.
Para el segundo tiempo salió lesionado Thuram e ingresó en su lugar Arnautovic y este sería el gran protagonista de la noche. En primera instancia de manera negativa, porque tuvo tres jugadas muy claras para darle el primer gol al equipo de Inzaghi. Cuando parecía que no sería su noche e iba a quedar como el gran culpable de que Inter no consiga la victoria, todo se revirtió a falta de diez minutos para el cierre. Una desinteligencia del Atleti en mitad de cancha hizo que Lautaro se vaya mano a mano contra el arquero, remató y otra vez Oblak contuvo, pero esta vez dio rebote y allí estaba Arnautovic. Gol y delirio.
Solamente quedó lugar para un centro de Koke al segundo palo con destino a la cabeza de Morata, parecía ser una jugada de alto riesgo pero el delantero no pudo cabecear cómodo y pasó el susto en las tribunas locales, como así también se desvaneció la ilusión de Simeone que cuando el balón estaba en el aire ya visualizaba el empate de sus dirigidos. Fue final y se volverán a ver las caras en Madrid para definir un lugar entre los mejores ocho de Europa.
Foto: Diario Rio Negro
Redacción: Juan Bovone
