No hubo partido, pero sí juego. El juego de las presiones. La suspensión de Gimnasia-Boca por parte del árbitro Facundo Tello enmascara las “sugerencias” del Xeneize en pos de la suspensión y la decisión que llegó desde las más altas esferas de la Superliga. Gimnasia se quedó con las ganas (más de la gente y los jugadores que de la dirigencia), Boca viaja tranquilo y fresquito a Barranquilla y el partido se jugará el 9 de mayo. ¿Ahora sí en el Ciudad de La Plata con público visitante?
Es verdad, llovió toda la mañana. Es verdad, la cancha estaba para jugar. Y no es menos cierto que Boca llegó a La Plata con la firme intención de postergar el compromiso.Por eso, mientras Facundo Tello iba y venía entre su vestuario y la cancha, la dirigencia visitante hablaba de suspensión y su (alto) poder de fuego mediático enfocaba charcos (fuera de los límites del campo de juego), anunciaba una tormenta eléctrica (que jamás llegó) y festejó cuando la crónica de una suspensión anunciada se hizo realidad.
“A la cancha se la ve en condiciones, es impresionante como ha aguantado. Hasta ahora el partido debería jugarse porque la cancha nos lo permitiría”, dijo el árbitro del partido a las 9 y cuarto. 10 y 10, el propio Tello reingresó al campo y dejó una nueva frase: “La cancha nos propone jugar”. El “mundo Boca” insistía con la postergación.
A esa altura de la mañana, hubo una reunión en el vestuario de Tello. Por Gimnasia estuvieron Claudio Moretto (vicepresidente primero) y Gerardo Marzola (tesorero). “Los árbitros encontraron el campo en muy buenas condiciones. Boca tiene que viajar mañana y el campo de juego no los favorece. Ellos están con ganas de suspenderlo, sí. Nosotros queremos jugar porque queremos ganar”, dijo Gerardo Marzola. Consultado acerca de una propuesta de Boca para jugar el 9 de mayo asumiendo el costo del nuevo operativo de seguridad, respondió: “Lo mencionaron, salió de motus propio”.
Lo que Gimnasia veía como un gran negocio posible -recibir a Boca con público visitante en el estadio Ciudad de La Plata- se había convertido en la pesadilla de pagar dos veces por el operativo de seguridad, que hoy costó 710 mil pesos por 650 efectivos.
A las 10.30, Gimnasia hacía movimientos precompetitivos intensos. Boca salió más tarde (y más liviano). El Lobo tenía planilla confirmada; Guillermo ponía a Junior Benítez como titular. Diez minutos después, Tello convocó a los capitanes (Vergini y Rinaudo) a su camarín. La piña que le pegó Fito Rinaudo a una puerta tras la reunión anticipaba que una nueva salida de Tello a la cancha era “pour la galerie”. “Suspendido”, avisaban desde cada vestuario a periodistas cercanos.
Tello salió, vio y suspendió.“Vimos que la pelota no rebotaba en algunos lugares de la cancha. Cuando el estado del campo te demuestra que es complicado desarrollar con normalidad las reglas de juego es el momento de tomar esa determinación. Consideramos que era la conveniente”, fue el argumento del juez. ¿Guión by Superliga?
En vestuarios fue tiempo de palabras. “Nosotros acatamos lo que decía el árbitro. Más temprano parecía que se podía jugar, pero siguen las lluvias. Realmente no se puede jugar. Es imposible. Por más que Boca opine, el que decide es el juez”, dijo Rodolfo Ferrari, vicepresidente de Boca. Su par de Gimnasia, Claudio Moretto manifestó que “desde el primer momento el árbitro vio que nuestro campo estaba en condiciones, pero a medida que fue pasando el tiempo e incluso por charlas con la gente de APREVIDE se tomó la decisión de suspenderlo”. Asimismo, descartó presiones. “Nosotros no lo sentimos así. No las tuvimos”.
El titular de APREVIDE Juas Manuel Lugones estuvo de acuerdo con la suspensión. “Todos estuvimos de acuerdo en que la cancha no está, en 10 minutos la lluvia iba a ser motivo de suspensión. Se decidió no arriesgar a nadie -de hecho la cancha está vacía- y que se juegue cuando haya más público y sin peligro para los protagonistas”.
También habló en la misma línea Gabriel Pellegrino. El titular mens sana dijo: “Sigue cayendo agua, entonces el riesgo más grande era que se suspendiera una vez iniciado. Los dos planteles querían jugar. No me consta que Boca haya presionado. Que la gente se empape al cuete no me gusta, pero era peor que a los 20 minutos Tello dijera ‘basta’. Igual debería haberse suspendido antes”. Si todos estaban de acuerdo, ¿por qué el enojo de Rinaudo?
Lugones puso sobre la mesa la idea de jugarlo con público visitante en el Ciudad de La Plata.“Tenemos que hablar con el ministro de Seguridad de la provincia. Tuvimos hechos que nos hicieron pensar que no podíamos destinar tantos efectivos policiales a un espectáculo deportivo. Haremos la consulta para el partido del 9 de mayo. No tomamos decisiones para perjudicar o beneficiar a nadie”. Al mismo tiempo, Pellegrino manifestaba: “Se juega en el Bosque. Ya lo pedimos (al ECLP) y nos dijeron que no”. La CD tripera no recaudó y pagó un alto costo político interno ante los sectores “pro Bosque”.
“Lo queríamos jugar. Teníamos la adrenalina altísima. La máxima autoridad es el árbitro. Él tiene que decidir porque si cada una de las partes opina, cada uno tiene su interés. Y por lo que dijo, decidió Tello. Hay cosas de las que no opino porque no sé.¿Presiones? No… a mi presión no, dejate de joder. Soy grande…”. Las palabras del DT interino de Gimnasia Darío Ortíz fueron el cierre de una mañana de muchas palabras y cero fútbol en el Bosque. Eran las 11.30.
A las 12, apenas lloviznaba…
Foto: Prensa Gimnasia
