La selección germana tiene una gran historia en los mundiales, pasaron a 2da fase en 17 de 19 participaciones pero la consagración en Brasil humillando al local 7 a 1 quedará para siempre en los libros de este deporte.
En Brasil 2014 como en todos los mundiales Alemania llegaba como uno de los principales favoritos, por historia, jugadores y esa disciplina que tanto los caracteriza y que la convierten en rival que nadie quiere enfrentarse y de hecho en el sorteo del grupo los portugueses se sentían algo decepcionados por caer en el grupo G donde los teutones eran cabeza de serie. Sin embargo el respaldo hacia el DT Joachim Low no era unánime ya que si bien se reconocía su juego se le criticaba su falta de títulos y el Mundial 2014 después de la eliminación en semifinales por la Eurocopa 2012 llegaba como su última chance de éxito.
El camino a la gloria comenzó con un partido a priori de los mas esperados del torneo se enfrentaban a la muy difícil selección de Portugal que de la mano de su figura Cristiano Ronaldo llegaba con ilusiones de realizar un gran mundial, sin embargo la figura descollante del encuentro fue Thomas Muller que logró un hat-trick impresionante al que Mats Hummels agregó su participación en el marcador para un debut soñado de 4 a 0 dejando en claro que venían a Brasil en búsqueda del máximo logro.
Para el 2do partido la historia sería algo más parejo y el enfrentamiento con la difícil selección africana de Ghana dejaría una marca histórica en este caso gracias al gol de Miroslav Klose que igualaba la cifra de 15 goles en mundiales que tenia Ronaldo pero que no alcanzó para poder derrotar al rival ya que solo pudo ser un empate en 2 siendo el futuro gran protagonista del mundial Mario Gozte el que anotaría el otro gol de la “Mannschaft”
Para cerrar el grupo el rival sería Estados Unidos que se jugaba la posibilidad de pasar a la 2da fase de sacar un buen resultado con la selección germana y fue un partido muy disputado donde nuevamente la participación goleadora de Thomas Müller le daría la victoria por la mínima diferencia dándole el pase como puntero de grupo y a la selección norteamericana gracias al otro resultado también paso a los octavos de final.
En esa instancia el rival de la selección de Joachim Low enfrentaría a otro conjunto africano en este caso Argelia que en la última fecha logro avanzar de fase por sobre Rusia y llegó con muchas dudas e ilusiones al partido eliminatorio y que representó un gran desafío para los europeos que recién pudieron vencerlos con 2 goles en tiempo suplementario gracias a Andre Schürrle y Mesut Ozil y encendía algunas alarmas sobre el andar del equipo y como respondería en las instancias finales que venían siendo una barrera para esta selección.
En cuartos de final el rival sería Francia y una gran prueba para el equipo que demostraría cuales eran las pretensiones para el resto de la competición si era la que golea a Portugal con autoridad o el que le gana por la mínima a la débil selección de Argelia en tiempo suplementario y en el Estadio Maracaná como testigo el equipo dió la talla y después de un centro de Toni Kross aparecería Mats Hummels de cabeza quien le daría el pase a semifinales donde lo esperaría un encuentro para la posteridad.
El 8 de julio de 2014 es una fecha que ningún futbolero podrá olvidar y que siempre será recordada en especial en Brasil y Alemania ya que este encuentro entre quizás las 2 selecciones más importantes del mundo tendría un resultado que nadie jamás hubiese imaginado y ese primer tiempo jugado en el Estadio Mineirao todavía se lo recuerda como un vendaval de goles que nunca en la historia sufrió Brasil y lo recibía ni más ni menos que en la semifinal de un mundial organizado por ellos una paliza histórica con 4 goles en 6 minutos y que en el segundo tiempo con el resultado liquidado y un público atónito se dedico a manejar la ventaja y el cansancio aun así siguió atacando logrando 2 goles más para un final de 7 a 1 con los goles de Thomas Muller ,Toni Kross en 2 oportunidades al igual que Andre Schürrle y la participación goleadora de Sami Khedira y el gol histórico de Miroslav Klose que para colmo de males llego a 16 goles en los mundiales contra la selección canarinha desplazando al gran goleador y campeón del mundo Ronaldo.
Después de la exhibición en la semifinal llegaba la Argentina de Lionel Messi que sin el brillo ni los goles teutones superó en cuartos de final a una dura selección belga y en semifinales después de un largo partido que se definió por penales le daba una ventaja física para los dirigidos por Joachim Low que sin embargo en el primer tiempo disputado el 8 de julio de 2014 en el mítico estadio Maracana pareció mucho más suelto y con chances claras para pasar al frente sobre todo después de una mala entrega de Toni Kross que Gonzalo Higuain no logro convertir y luego anotando un gol pero en posición ilícita que no sería convalidado en una primera etapa que tuvo muchas situaciones particulares como la lesión de Christoph Kramer que aturdido por un golpe tiempo después declararía que no recuerda nada del partido que después de una primera parte floja de Alemania donde la chance más clara sería un cabezazo en el palo sobre el final de la misma.
En la segunda etapa el equipo sudamericano ya no atacaría como en la primera aun así Lionel Messi tendría una chance muy clara que saldría a pocos centímetros del palo de Manuel Neuer y de allí en más el partido entró en un bache con un equipo que se encontraba en mejor forma física pero no conseguía poder penetrar la defensa argentina con chances claras y el partido siguió en la misma tónica salvo contadas excepciones donde podemos encontrar una muy polémica jugada donde el arquero teutón despeja el balón y en el trayecto golpea al delantero argentino en una acción que en caso de haber la tecnología del VAR que se utilizaría en el mundial siguiente en Rusia seria revisada.
El partido se definiría en el tiempo suplementario pero antes Joachim Low realizaría una modificación clave en el destino de la final con el ingreso de Mario Gotze por el goleador histórico Miroslav Klose que no había tenido un gran partido y en una prorroga donde Rodrigo Palacio tuvo la chance más clara de la primera parte de la misma pero no pudo definir correctamente. Cuando se iniciaba la segunda etapa del tiempo extra todo transcurría acorde a los últimos minutos pero una corrida de Andre Schürlle terminaría en un centro al pecho de Mario Gotze que con un exquisito control y una precisa volea a los 113 minutos el gol que significaría el cuarto título mundial de la selección germana en un histórico torneo que terminaría invicto y dejando una imagen de un equipo sin grandes figuras que con un nivel colectivo sostenido quizás por Manuel Neuer en defensa y Thomas Muller en ataque como referentes pero donde lo grupal estaba por sobre las individualidades.
Juan Manuel Micolucci para el Rincón del Fútbol
