16 de octubre de 1968. Ni la lluvia, ni la hostilidad, ni la intriga, ni la hirviente olla que era esa noche Old Trafford pudieron quebrar el victorioso paso de Estudiantes de La Plata hacia la conquista de la Copa del Mundo. Esa noche, Estudiantes empató 1 a 1 con el Manchester United por la segunda final de la Copa Intercontinental.
En el partido de ida jugado en La Bombonera, Estudiantes había sacado la mínima ventaja: 1-0. La prensa inglesa y los jugadores del Manchester se imaginaban una revancha en Old Trafford muy favorable para conquistar la Copa. Pero la teoría no tuvo correlato con la realidad. Frente a un clima sumamente adverso, Estudiantes sorprendió al mundo. Juan Ramón Verón, de cabeza, colocó el 1 a 0. Y el equipo dirigido por el Maestro Osvaldo Zubeldía se hizo fuerte e inexpugnable. La impotencia inglesa apenas tuvo un pequeño premio cuando cerca del cierre Morgan estableció el empate. No les alcanzó. Estudiantes festejó en Manchester, a pesar del escepticismo del ambiente y la cátedra.
Foto: La Bruja Verón observa cómo la pelota besa la red en Old Trafford.
Por: Adrián Adalberto Giovanini