Mundial de Clubes

Club WC: Palmeiras quiere revancha en suelo árabe

El bicampeón de América busca recomponer la pésima imagen que dejó hace un año y puso en marcha la ilusión por un título que le es esquivo a los sudamericanos desde hace 10 años.

No ajusten el reloj ni mucho menos el navegador, porque en pleno 2022 aún se deben competiciones del año pasado. Sí, sucede que la pandemia modificó el calendario futbolero desde principios de 2020 y el Mundial de Clubes ya no es el torneo que cierra el año sino que ahora es el que da comienzo en el plano internacional.

De regreso a Emiratos Árabes unidos luego de 2 ediciones disputadas en Qatar y con la novedad de un debutante que llegó de casualidad. Se trata del AS Pirae de Tahití, que representa a Oceanía debido a la renuncia de Auckland City -campeón de la última Champions League continental disputada – por la emergencia sanitaria que se agravó en Nueva Zelanda durante fines de 2021. El pintoresco equipo tahitiano abrirá juego ante el dueño de casa, Al-Jazira, campeón de la Liga Árabe del Golfo 2020-21.

El vencedor de esta llave se las verá con Al Hilal de Arabia Saudita, rey asiático durante 2021 y en esta ruta espera tranquilo Chelsea, el ganador de la UEFA Champions League pasada (en la final inglesa que se impuso sobre Manchester City).

Del otro lado del cuadro aparecen Al Ahly de Egipto – multicampeón africano – y Monterrey, dueño de la Concachampions. En semifinales espera Palmeiras, bicampeón de la Copa Libertadores de América y sediento de venganza por el papelón del pasado torneo en territorio qatarí (quedó cuarto, la peor ubicación de la historia para un club sudamericano).

La esperanza del Verdao está en mirar un poco hacia atrás y otro tanto más allá. La última vez que un equipo de la Conmebol se consagró campeón en el Mundial de Clubes fue en la edición 2012 y se trató de Corinthians. Por supuesto que primero hay que llegar a la final, pero cuando el Timao se probó la corona, enfrente estaba Chelsea, igual que en esta ocasión.

Los clubes argentinos añoran la Copa Intercontinenal: el viejo enfrentamiento entre el europeo y sudamericano, primero ida y vuelta y luego en Japón con ese sonido ambiente de las ensordecedoras cornetas full time. Desde que la competición pasó a llamarse Mundial de Clubes, sólo los brasileños han tenido el honor de añadir el trofeo en sus vitrinas: San Pablo en 2005, Inter de Porto Alegre en 2006 y Corinthians en 2012 (no contamos el experimental certamen que ganó el propio Corinthians en 2000 porque fue menos que una prueba piloto).

Boca Juniors no pudo con Milán en 2007 (derrota 4-2), Estudiantes de La Plata estuvo cerca contra Barcelona (perdió 2-1 en el alargue) y San Lorenzo tampoco con Real Madrid (caída 2-0). River Plate tuvo 2 chances pero se volvió con las manos vacías: 0-3 ante Barcelona en 2015 y ni siquiera alcanzó la final en 2018, ya que fue eliminado por Al Ain en la definición por penales 5-4, luego de empatar a 2 durante 120 minutos.

El desafío está en marcha y nuevamente el territorio árabe nos abre la puerta de entrada en un año más que especial. Siete interesados en el primer título internacional de clubes de este 2022, como para que la espera sea casi tan amena como un mágico cuento de “Las Mil y Una Noches”.

(Foto Principal: @FIFAWorldCup)

Emiliano Schiavi

Soy Emiliano Schiavi y siempre me interese por el fútbol internacional. Sin cable ni internet me las arreglaba leyendo el "Guerin Sportivo" o cualquier revista extranjera que sólo se conseguía en pocos kioscos del Centro. También me acompañaba algún VHS sobre la historia de los mundiales y nunca me cansaba de verlos. Por eso le preste atención al fútbol de Europa, Africa, Asia y - si estaba aburrido - Oceanía. Descubrí un medio maravilloso como la radio y conocí buena gente (grandes amigos) que me acercaron al Rincón del Fútbol. La radio es una pasión, pero escribir es un deleite. Y todos los dias lo hago en este espacio, donde investigo y me gusta informar y entretener. Mi mayor expectativa para este nuevo proyecto es seguir aprendiendo. Porque a los 45 años también se aprende, créanme. Tengo total libertad para expresarme, leer y ser leído. Porque nadie desafina cuando uno escribe lo que se le canta. Digamos todo ...

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