En un duelo definitorio, los Socceroos dieron el batacazo y superaron a Dinamarca por 1-0, terminando segundos del Grupo D y asegurándose la presencia en octavos de final por segunda vez en su historia. Matthew Leckie, con un gran tanto, fue quien le dio al elenco de Oceanía la clasificación.
No hay lugar para errores, la lucha por el lugar restante a octavos del Grupo D tenía su principal foco en Al Janoub, donde Dinamarca y Australia se jugaban sus posibilidades, a la espera de lo que Túnez hiciera frente a Francia. A los Socceroos les bastaba con empatar para lograr el pase a la siguiente ronda, pero igualmente los de Kasper Hjumland llegaban como favoritos a pasar de ronda.
Dentro de un contexto en el que los daneses tuvieron la pelota y los australianos buscaron cerrar espacios para recuperar y lastimar de contraataque, el primer tiempo nos regaló poco. El elenco nórdico empezó un poco mejor, generando su ocasión más clara de la primera etapa con un remate de Mathias Jensen ante el que Matthew Ryan respondió con una buena atajada. No obstante, con el correr de los minutos a los daneses les costó cada vez más generar peligro y Australia se fue sintiendo más cómoda en el partido. Lo único parecido a una chance clara de los Rød-Hvide fue un pase largo de Andreas Christensen para Joakim Maehle, cuyo centro rebotó en el camino y casi se le mete a Ryan.
El inicio del complemento nos dio un breve anticipo de lo que vendría, porque Australia estaba encontrando lugar por la izquierda de su ataque cuando pudo salir de contraataque y avisó con un centro de Riley McGree para Jackson Irivine, cuyo remate se fue muy desviado. La tónica del partido no se modificó, los Socceroos siguieron haciéndosela difícil a los daneses, y al anuncio anterior le iban a agregar un golpe certero a los quince del segundo tiempo. Matthew Leckie recibió un pase de McGree al espacio gambeteó de manera brillante el cierre de Maehle y cruzó un zurdazo al segundo palo que fue imposible para Kasper Schmeichel. El plan de partido de los comandados por Graham Arnold se estaba haciendo realidad, pero desde ese momento tendrían que resistir.

La situación era extrema para Dinamarca, y Hjumland decidió jugársela ingresando a Andreas Cornelius, que se sumaba a Kasper Dolberg en punta, y Robert Skov para desbordar. Sin embargo, el equipo danés no encontró nunca los caminos para doblegar a su rival. En los minutos finales, con el empuje y los envíos aéreos, se dieron algunas aproximaciones: un centro de Skov para Dolberg, que alcanzó a definir de taco pero fue atorado por Ryan y un córner de Eriksen que Cornelius cabeceó por arriba del arco fueron lo más cerca que estuvo el cuadro nórdico, pero lejos estuvo de alcanzar para siquiera igualar el encuentro.
Fue final, y una Australia que llegó a este Mundial por repechaje y que no ganaba un partido en la competición desde 2010, terminó venciendo a Túnez y sorprendiendo a esta apática Dinamarca para ser los que se metan como segundos del Grupo D a octavos de final. De esta manera, los Socceroos igualan su mejor actuación, lograda en Alemania 2006. Día de celebración total para una selección que nadie tenía en los planes, pero que con esfuerzo defensivo y efectividad en momentos clave se hizo un lugar entre los dieciséis mejores de Qatar 2022.
