La primera jugadora africana en disputar 5 Mundiales irá por su sexta participación en un verdadero canto a la experiencia. La defensora de 40 abriles es el emblema no sólo de Nigeria sino también de un continente que busca sorprender en territorio océanico.
Onome Ebi nació un 8 de mayo de 1983 en la ciudad de Lagos, la que fuera capial de Nigeria hasta 1991 cuando el gobierno decidió moverla a la metrópoli de Abuja. Su historia de amor con el fútbol arrancó en 2001 en el equipo Omidiran Babes de Osogbo – uno de los pioneros del fútbol femenino en Nigeria – y permaneció allí hasta 2008 cuando pasó a las filas del Bayelsa Queens.
A los 20 años ya había jugado su primer Mundial con el seleccionado de las “Super Halcones” y rápidamente pusieron sus ojos sobre ella los clubes europeos. Suecia fue el destino elegido por Ebi, que jugó en la Damallsvenskan en los equipos de Pitea (2009) y Djurgarden (2010).
Sin embargo, la defensora no pareció adaptarse del todo al clima sueco y cambió radicalmente al escenario de Turquía, donde jugó para 2 equipos: Düvenciler Lisesispor (2010-11) y Atasehir Belediyespor (2011-13) hasta el regreso a las tierras suecas para formar parte del Sunnana SK.
El viaje futbolero de Ebi Onome también hizo escala en Bielorrusia donde jugó en el FC Minsk de la capital de 2014 a 2016 pero tuvo otro cimbronazo en su carrera con el desembarco en el exótico fútbol de la Segunda División de China para jugar por el Henan Jianye entre 2017 y 2020.
Retorno a Bielorrusia por una temporada más hasta encontrar su destino actual, el Levante Las Planas de España, donde se pareció encontrar su lugar en el Mundo desde el año pasado.
Pese a no contar con demasiados partidos internacionales, su zona de confort preferida es el seleccionado de Nigeria. Cinco Copas del Mundo disputadas desde 2003 hasta 2019 avalan su importancia dentro del elenco de las “Super Halcones” y en la aventura oceánica se cumplirán 20 años de aquel estreno en un Mundial, algo de lo que no podría jactarse ningún jugador legendario del fútbol masculino.
“Creo que podemos aspirar a las semifinales”, declaró en una entrevista concedida a la FIFA. Nigeria no es potencia ni mucho menos – de hecho su máximo logro fue meterse en los cuartos de final en Estados Unidos 1999 – pero está preparada para dar la sorpresa. “Tenemos jugadoras de gran calidad y experiencia, y algunas jóvenes con mucho talento. Realmente es factible, y depende de nosotros aprovechar la oportunidad con las dos manos y demostrar al mundo que somos Nigeria y que no estamos ahí sólo para hacer números”, agregó confiada.
No será fácil porque compartirá grupo con Australia, una de las organizadoras, Canadá – la vigente campeona olímpica – e Irlanda, un seleccionado debutante en la Copa del Mundo. Y solamente 2 equipos pasarán a la instancia de octavos de final, por lo que la pelea por ese ansiado boleto será durísima.
Las dudas y las críticas acerca de su edad para jugar al fútbol nunca faltan. Pero Ebi se lo toma con mucha tranquilidad porque está comvencida de su amor incondicional por la pelota. “Hay gente que dice que soy demasiado mayor para jugar al fútbol, que no debería estar en el campo y que debería dar paso a jugadores más jóvenes. ¿Qué puedo decir a eso, aparte del hecho de que amo este deporte más que nada? ¡Ya le estaba pateando la barriga a mi madre!”, afirmó sin dudas en la misma entrevista a la FIFA.
Ebi Onome es sinónimo de leyenda, de un legado que perdurará en el tiempo más allá de las estadísticas y del récord que por estos días parece inalcanzable. Es que esa chiquita de 20 años con la cola de caballo cumplió el sueño de muchas cuando comenzó a escribir su historia grande en Filadelfia, en 1999.
Hoy canta las 40 en el almanaque y el rubio platinado de su corta cabellera indica que está en su mejor momento de maduración. Ebi mantiene su amor por el fútbol, que prácticamente es su vida. Y no es un “amor ordinario”, mientras Sade se pregunta ¿No te dije lo que creo?¿Alguien dijo que un amor así no dura?”.
Por Emiliano Schiavi / @ejschiavi
(Foto Principal: @CAFwomen)
