Abrazado a la ilusión

Y un día volvió a ganar Vélez. Quizás el resumen perfecto de un partido agónico, envuelto en cientos de matices dentro de un contexto con pocos precedentes para el club de Liniers.

La tarde en el Amalfitani, soleada como tantas otras, vislumbraba un escenario ideal para la recuperación del conjunto de Omar De Felippe, ante el buen equipo de Ariel Holan, en el adelantó de la fecha 10, debido al recital de Andrés “Ciro”.

A pesar de esta cuestión, la idea inicial y los caminos elegidos mostraban a un Pavone muy solitario en la zona de ataque junto con el juvenil Vargas, una apuesta más que arriesgada ante tanta urgencia por sumar.

El primer tiempo mostró a un Vélez dubitativo, poco claro y superado en la tenencia del balón. La más clara fue de Mariano Pavone, tras una gran habilitación de Matías Vargas, pero el balón término en la parte externa del arco defendido por Rossi.

Defensa y Justicia se mostraba criterioso, y con intentos de ataque ordenados encontró la apertura del marcador a los 32 minutos, tras una buena jugada de Pochettino, que culminó en los pies de Stefanelli y transformó el rebote de Fabián Assmann en el primer gol del encuentro.

El final de esa primera etapa mostró más de lo mismo. Un Vélez sumergido en la confusión de los últimos partidos, sin reacción inmediata y con una sola premisa camino a los vestuarios: cambiar la actitud de los primeros 45.

En la segunda mitad, el técnico del Fortín movió las fichas del tablero y optó por el ingreso de Canteros, en lugar de Blas Cáceres, de muy pobre nivel. Vélez, con otra actitud y un poco más de juego asociado, llegó al empate a los 8 minutos tras una gran jugada de Matías Vargas, a pura gambeta y definiendo de punta ante la salida desesperada del arquero del Halcón.

Fueron 20 minutos letales, donde el ingreso de Zabala y Delgadillo, le dieron al Fortín mucha más dinámica, velocidad y presencia ofensiva.
Fue así, que a los 28 minutos del complemento el árbitro Etchenique, tras una clara mano en el área del conjunto visitante, sancionó penal para Vélez, después de 40 partidos sin fallos favorables desde los doce pasos. Fue Nasuti quien se hizo cargo del mismo, con un remate leve y anunciado al palo derecho de Agustín Rossi, quien contuvo de manera sencilla para evitar una nueva caída de su valla.

Desde esa incidencia, aparecieron nuevamente los fantasmas para los dirigidos por De Felippe, que parecían caer nuevamente desde lo psicológico ante una nueva adversidad.

Pero el equipo de Ariel Holan no lo supo aprovechar, más allá del ingreso de Gonzalo Castellani (que aportó mucho fútbol) y algunos intentos esporádicos que pudieron significar algún peligro para el arco de Asmann; tuvo la impericia de dejar con vida al Fortín, que encontró un nuevo penal a favor durante el segundo minuto de descuento, tras una clara falta a Gonzalo Díaz, cuando se disponía a desbordar en el área. Pero esta vez no iba a fallar. Maxi Caire (una de las figuras del encuentro), tomó el balón y con un remate fuerte y rasante al sector medio del arco, le dio el agónico triunfo al Fortín, que de esta manera encontró el oxígeno que necesitaba, ante el asedio de los promedios y la necesidad de sumar puntos.

Por su parte, Defensa y Justicia sumó una nueva derrota que también lo compromete en la zona baja.

“Si no se sufre no vale”, así lo vive el Fortín, que acumuló su tercera victoria en el campeonato y parece más vivo que nunca. Aire fresco por Liniers.

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