Columnas

Viva la anormalidad

El concepto “normal” nos sirve para distinguir lo correcto y de lo incorrecto, qué está bien y mal, qué es moral e inmoral. La normalidad sirve, además, para discriminar a todas las personas y grupos humanos que no se ajustan a los patrones y modelos que sigue la mayoría. Para el filósofo Michel Foucault, el concepto de normalidad sugiere lo que hay que hacer frente a una situación, lo esperable por todos, la conducta que una sociedad considera como propia. Es una construcción arbitraria para un determinado tiempo y lugar. Sucede que lo normal hoy puede no serlo mañana, dentro de uno o diez años. O lo que en Argentina encontramos normal puede no serlo en otro país. Hoy la masa futbolera tiene sus normas, las tribunas tienen sus códigos, y es normal la violencia, intolerancia y el odio hacia el diferente.

Caso 1 – Parque Patricios

Iban 30 minutos del partido entre Huracán y Newell’s en Parque Patricios cuando Alejandro Romero Gamarra encaró hacia el área y cayó tras el cruce de Néstor Moiraghi. Todos los hinchas y jugadores del “Globo” reclamaron falta y penal, pero el árbitro Héctor Paletta advirtió que el futbolista del equipo local había simulado, por lo que dejó seguir las acciones. Como el árbitro no cobró penal, los hinchas de Huracán estallaron y desde las tribunas bajó un amenazante cántico: “Tomala vos, damela a mí, vamos a matar a un referí”. Inmediatamente, Paletta detuvo las acciones y hasta estuvo cerca de suspender el encuentro de manera definitiva. Como condición para continuar, el árbitro pidió garantías a los encargados del operativo de seguridad y habló con los capitanes y entrenadores en el campo de juego. Lo llamativo fue que durante un tiempo el público no comprendió qué sucedió, ni porque el árbitro suspendía momentáneamente el partido, la voz del estadio hizo silenzio stampa y la reacción más los cánticos de la hinchada contra el árbitro están dentro de la más absoluta normalidad.

Caso 2 – Mendoza

Los árbitros están advertidos de su obligación de respetar a rajatabla el reglamento de la AFA. El mismo indica que ante cánticos ofensivos de la hinchada, deben suspender el encuentro y si hay reiteración podrían hacerlo de manera definitiva. Andrés Merlos, referí del clásico cuyano en el Estadio Malvinas Argentinas, cumplió con esta medida a los 32 minutos del segundo tiempo cuando los hinchas de Godoy Cruz entonaron un tradicional cántico contra el equipo sanjuanino, “sanjuanino te vamo’ a matar”, caía desde la popular tombina por lo que Merlos, ayudado por el cuarto árbitro, paró el encuentro momentáneamente y advirtió a los simpatizantes.

Caso 3 – En Europa se consigue…

El centrocampista ghanés del Pescara Sulley Muntari dejó el campo anticipadamente ayer en el duelo de la Serie A italiana (Primera División) contra el Cagliari como forma de protesta tras oír cánticos racistas desde las gradas. Muntari protestó duramente al colegiado pidiéndole que interrumpiera el encuentro en el minuto 90 a causa de unos insultos racistas y dejó el campo después de que el árbitro no aceptara sus peticiones y hasta le mostrara la tarjeta amarilla. En el programa Rabona que se emite por TyC Sports, trataron el tema de una manera muy particular. Consideraron a Muntari un “sensible”, es decir, una persona que siente demasiado los cánticos de la gente que le impiden seguir jugando, en otras palabras un cagón, o que otra cosa podía ser.

Hace falta más Bergessios

El sábado por la tarde jugaron Gimnasia y Esgrima La Plata – San Lorenzo de Almagro. Espectacular atajada de Alexis Martín Arias de un tiro libre de Alberto “Tino” Costa en el primer tiempo. Como reconocimiento de la calidad y destreza del arquero, Gonzalo “Lavandina” Bergessio se acercó y le dio la mano. Un gesto “fuera de lo normal”, traidor e hipócrita para nuestro fútbol mundial. Por un fúlbo lleno de bergessios, ¡Viva la ANORMALIDAD!

Diego Benítez

“ FUTBOL: CULTURA DE MASAS”
Me llamo Diego Benítez, llegué al Rincón del Fútbol por medio de mi amigo, Emiliano Schiavi, con quien compartí estudios en la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires. Me apasiona el fútbol tanto como el periodismo, y me interesa analizarlo como fenómeno de cultura de masas. Los medios masivos de comunicación atraviesan nuestra sociedad por todos lados y el fútbol no permanece a salvo de las pantallas. En la actualidad, el fútbol es un espectáculo masivo y globalizado, bajo múltiples intereses que hacen todo lo posible para permanecer ocultos. Jugadores, dirigentes, barras bravas , funcionarios públicos e hinchas son algunos de los actores que también “juegan” con la pelota. Todas las fechas suceden acontecimientos que hacen visible la cultura del fútbol argento, quien más allá de ser un gran espectáculo, “todavía” es un deporte.

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