El “Caso Dreyfus” fue el mayor escándalo que haya vivido Francia en su historia. Se trató de un proceso que comenzó en 1894 y duró 12 años, donde se involucró la figura de un militar reconocido por ser probo y de moral intachable. Sin embargo, a Alfred Dreyfuss lo acusaron de alta traición y fue condenado a reclusión perpetua en la Isla del Diablo, en la Guayana Francesa.
Dreyfus era judío y oriundo de Alsacia (región franco-germana) y fue el principal sospechoso de un caso de espionaje porque una empleada de la embajada alemana en París encontró unos documentos en un cesto de basura. Estaba claro que la torpeza militar debía encontrar a un culpable y Dreyfus era el candidato perfecto. El antisemitismo ya se había diseminado por toda Francia.
Fue por eso que un 13 de enero de 1898 el escritor Emile Zola publicó en el Diario L´Aurore un crudo artículo titulado “J´acusse …!” (“Yo acuso”), donde mencionaba una conspiración que involucraba al mismísimo presidente Felix Faure, al Ejército, la Iglesia y la justicia de Francia. Esta suerte de “carta abierta” pronto se transformó en un grito por la calle y tuvo sus consecuencias: la prensa cuestionaba a la justicia. Se erigía el “cuarto poder”.
Pero no se alarmen, que nuestra tarea siempre será la de informar. A 119 años de ese hito periodístico, en Francia vuelve a rodar la pelota y la segunda parte del campeonato inicia el episodio 20.
Lille ya respira aliviado porque no debe pensar en la zona baja y recibe en casa a un Saint-Etienne que espera con ansias el duelo ante Manchester United por la Europa League.
Mañana habrá un interesante duelo en el Roazhon Park, donde Rennes acumula 7 triunfos en 10 juegos y se mide ante un París Saint Germain que se juega sus últimas fichas por el sueño del pentacampeonato (justo ahora Zlatan declaró: –“Me fui de un PSG ganador y no los veo en la cima” … bien oportuno).
Angers está bordeando el peligro y se verá las caras con Bordeaux, que hace 5 partidos que no gana y 4 que no marca goles. El colista Lorient mejoró en el juego pero no obtiene resultados. Se enfrentará en casa con Guingamp, que ocupa el quinto puesto de la tabla y cumple una buena campaña.
Montpellier no pasa sobresaltos en la mitad de tabla y puede aprovecharse de la necesidad de Dijón, que no quiere caer en el terreno indeseado. Nancy todavía festeja el pase a las semis de la Copa de la Liga y puede prolongar la alegría ante los corsos de SC Bastia.
Toulouse cerrará el sábado futbolero en la Ciutat Mondina ante el Nantes de Sergio Conceicao, preocupado por no caer en zona de descenso.
El líder Niza quiere demostrar que su condición de tal no es casualidad y abre las puertas del Allianz Riviera para enfrentar a Metz, penúltimo en la tabla. Caen sufre en la parte baja y necesita un poco de oxígeno ante Lyon, cuarto clasificado.
El Velodrome de la ciudad donde mejor se canta el himno francés será el escenario del partido más atractivo de la fecha: Marsella recibirá a Mónaco, segundo y con un promedio de gol de 2,94 por partido.
“Sólo un sentimiento me mueve, sólo deseo que la luz se haga, y lo imploro en nombre de la humanidad, que ha sufrido tanto y que tiene derecho a ser feliz. Mi ardiente protesta no es más que un grito de mi alma. Que se atrevan a llevarme a los Tribunales y que me juzguen públicamente”, desafiaba Emile Zola al final de su carta.
El rechazo popular por la persecución a Dreyfus terminó con la separación de la Iglesia y el Estado en 1905, además de allanar el camino para que los partidos de izquierda puedan gobernar. Zola fue condenado por difamación y desterrado a Inglaterra.
“Se trató de un error… pronto se va a aclarar”, pensó Dreyfus al principio de la pesadilla. Fue absuelto 12 años más tarde gracias la pluma de un hombre, de un intelectual comprometido. Emile Zola acusó… y la verdad se puso en marcha.
(Foto: allinariarchives.it)
