Conocía todos los resultados antes de jugar y necesitaba una victoria para terminar el fin de semana como único líder del fútbol español. Real Madrid venció 2-1 a Athletic Bilbao en una pálida actuación.
Los “Leones” vascos venían de ganar el clásico ante la “Erreala” y querían cortar la racha de 11 derrotas consecutivas en el Santiago Bernabeu. Los “Merengues” habían levantado la puntería con el set propinado a Betis en la jornada anterior y el lógico triunfo ante los polacos de Legia por la Champions League.
Y tan sólo pasaron 7 minutos cuando los locales abrieron la cuenta. Pelotazo largo de Marcelo que buscó a un Isco que estaba en desventaja con respecto a la marca del lateral Enric Saborit. Pero el vasco se durmió una siesta y el propio Isco se llevó el balón para decirle a Karim Benzema “tomá y hacelo”: 1-0 arriba y la Casablanca ya imaginaba una goleada.
Sin embargo, la denominada BBC no estaba del todo aceitada y el ego Cristiano Ronaldo podía más que el trabajo en equipo. Bilbao sabía que tenía que estar preciso ante las pocas chances que se le presentaran y fue a los 28´ cuando encontró la paridad: una patriada por derecha de Iñigo Lekue y una serie de rebotes le dejaron la pelota servida a Sabin Merino para empatar ante la sorpresa de todos. En tablas al descanso y muchos signos de interrogación en Madrid.
Isco era el único que entendía el juego y se animaba a elaborar jugadas concretas. Pero Zinedine Zidane no tuvo mejor idea que sacarlo y meter en cancha a Lucas Vázquez (tampoco apostó por James Rodríguez, ya recuperado de su lesión). Iñaki Williams se lo perdió solo ante Keylor Navas y encendió la señal de alarma en la defensa “merengue”.
Zidane se acordó de Álvaro Morata y lo puso en lugar de Benzema. El Madrid creció en peso ofensivo pero decayó en volumen de juego. Sin embargo, Morata quería festejar su cumpleaños número 24 y decidió regalarse un gol: bola cruzada desde la izquierda de Gareth Bale para que Morata definiera ante un solitario Iraizoz, que le atajó el remate a puro reflejo, pero el rebote le quedó otra vez a Alvarito quien no perdonó y le dio los 3 puntos al Real en el minuto 84.
Con la euforia del triunfo, 1 minuto más tarde lo tuvo nuevamente Williams tras una falla de Raphael Varane, pero Keylor Navas estuvo atento y evitó el empate.
Real Madrid debía ganar y ganó… después habrá tiempo para jugar mejor.
Más temprano, Málaga pintó un cuadro sensacional y aplastó 4-0 a Leganés, en la Rosaleda. En la ciudad natal de Pablo Picasso, los dirigidos por Juande Ramos fueron muy superiores y no tuvieron piedad con el pequeño equipo de Madrid. Jony de penal, Gonzalo Castro, Sandro Ramírez e Ignacio Camacho consiguieron los goles para una victoria inapelable.
Villarreal la tenía complicada pero se llevó el triunfo sobre el final. En el Madrigal, el “Submarino Amarillo” superó 2-1 a Unión Deportiva Las Palmas y alcanzó el cuarto puesto de la tabla (además de ser uno de los 2 invictos junto a Real Madrid).
Los canarios cantaron mejor porque abrieron el marcador con un golazo: 18 toques consecutivos de costa a costa que terminaron con un pase de taco de Tana para una magnífica tijera de Kevin-Prince Boateng. Poesía en movimiento para los insulares en 31 minutos de juego.
Pero Villarreal ensayó la reacción en el complemento y llegó al empate gracias a un penal que Nicola Sansone cambió por gol a los 64´. Y el desahogo llegó a los 92´: la inició Roberto Soriano y Cedric Bakambu se llevó la pelota para definir con justeza ante el achique de Raúl Lizoain,
(Foto: Diario As)