Pocos son los entrenadores que se dan el lujo de dirigir al club que lo formó y menos son aquellos que logran obtener títulos estando fuera y dentro de la cancha, pero Walter Otta lo pudo hacer con su querido Villa Dálmine.
Cuando hablamos de ídolos, en Campana aparecen algunos nombres históricos, como el de Horacio Torello, que supo ganar también como jugador y entrenador de Villa Dálmine. Pero una diferencia importante que tiene con nuestro personaje principal es que éste pudo obtener la gloría dentro del campo de juego, Walter Otta fue fundamental en el campeonato que obtuvo el “Violeta” en la temporada 1995/1996.
En esa época, al conjunto se lo conocía como Atlético Campana, nombre que se cambió en el 2000, durante varias temporadas el conjunto peleaba por ascender a la B Metropolitana. Cosa que se empezó a cumplir con el correr de las fechas, a tal punto que el cierre del Torneo Apertura lo ubicó en el primer lugar de la tabla y solo debía esperar para definir el primer ascenso. Uno de los puntos fuertes de este plantel era un chico surgido de las inferiores, que con tan solo 23 años ya se perfilaba como un gran goleador y lo demostró en partidos importantes.
Walter Otta empezó a hacer su camino con la camiseta de Villa Dálmine en 1992, justo cuando el equipo sufría el descenso a la Primera C. A pesar de que la nueva temporada lo encontraba una categoría más abajo, esto le dio la oportunidad para empezarse a mostrar y así llegar bien preparado para uno de los logros más importantes del club. El año 1996 lo catapultó para pasar a jugar en el exterior, su juventud y talento fueron claves para que el “Violeta” vuelva a la B Metropolitana.
Su estadía fuera del país duró 10 años, en los cuales recorrió países como Chile, Bolivia, Honduras, Portugal, Ecuador, Perú, Canadá, Inglaterra y por último Alemania. A mediados del 2005 regresó a la Argentina para volver a vestir los colores de su querido equipo, Villa Dálmine, que estaba participando en la Primera C y se encontraba luchando por permanecer en la categoría. Se quedó hasta el 2007, logrando que el equipo no descienda y dejando una huella muy importante en Campana.
Pero el cariño que Walter Otta tiene con el “Violeta” no terminó en el 2007, el delantero volvió al club, pero en esta oportunidad con el buso de entrenador. Durante el primer año intentó imponer su estilo de juego en los jugadores que tenía en el plantel. Esto le resultó para que en el 2012 Villa Dálmine diera el gran salto a la B Metropolitana y permitirle así a los hinchas soñar con ver una categoría más arriba a su equipo. Cosa que sucedió en el 2015 y a partir de ahí la nueva meta es llegar a la Superliga.
La última vez que Walter dentro del campo de juego del “Coliseo” fue en el 2013, pero todos sueñan con poder volver a verlo con los colores “Violeta” y más aún con lo que él significa para el hincha, que desea poder ver a su equipo en lo más alto con Otta haciendo historia.
Foto: santafedeportivo.com
