Heroica resistencia de los lusos en la casa del multicampeón italiano, para sacar provecho de los goles como visitante y acceder a la instancia de cuartos de final.
Fue el único local que se había impuesto en el primer chico de la fase de eliminación directa de la UEFA Champions League y la verdad que supo administrar la ventaja pese a las dificultades. En el Allianz Arena, Juventus doblegó 3-2 a Porto pero el marcador global de 4-4 indicó que el “Dragao” se clasificó por mayor cantidad de goles fuera de casa.
Nuevo golpe a las aspiraciones juventinas de trascender en Europa de una vez por todas. El dominio local tiene gusto a poco y volver a ser a nivel internacional ya se ha tornado en una obsesión. Pues bien, la piedra en el zapato ha sido Porto, que con coraje, inteligencia y mucho amor propio, supo contener la furia que intentó imponer la “Vecchia Signora” desde el inicio.
A los 3 minutos Juventus quiso transformarse en un vendaval y llevarse puesto a su adversario. Medido centro con rosca de Juan Guillermo Cuadrado desde la derecha y Alvaro Morata cabeceó a quemarropa. Fantástica tapada de Agustín Marchesín, que evitó a puro reflejo la temprana caída de su arco.
Los lusos respondieron enseguida, con un desborde por izquierda de Zaidu Sanusi y un disparo de Mehdi Taremi que fue bloqueado por un defensor. La bola se elevó y el iraní tuvo una nueva chance de cabeza pero la redonda le sacó chispas al travesaño y se fue por encima.
Hasta que llegó el golpe inesperado que cambió el rumbo del partido. Minuto 19 y Moussa Marega se escapó por la derecha. Toque al medio para Taremi y el persa fue víctima de una evitable falta de Merih Demiral. Inobjetable penal que Sergio Oliveira ejecutó con precisión y grito sagrado de la visita.
La “Juve” sintió el impacto porque no tuvo la inventiva suficiente para imponer su juego. La solidez defensiva del “Dragao” prevalecía a un ataque timorato y tanto Marchesín como Pepe fueron garantía de arco en cero.
En un lógico acto reflejo, la visita se tiró un poco hacia atrás y le cedió el protagonismo al “Bianconero”. De a poco el anfitrión se amigó un poco con la pelota pero le faltó profundidad. El único camino posible sería algún arresto individual de Cristiano o la desfachatez de Federico Chiesa.
Tal como sucedió al inicio del encuentro, Juventus dispuso de una chance neta de gol y esta vez sacó el máximo provecho. A los 49´, un bochazo de Leonardo Bonucci sobre el área encontró el desmarque de CR7. El luso la bajó e invitó al remate de Chiesa. Precioso derechazo con el pie bien abierto del hijo del gran Enrico y bola alojada en el segundo palo, al ángulo superior izquierdo.
Pese al empate juventino, los de Conceicao tenían casi todo bajo control. Hasta que una chiquilinada les complicó bastante el panorama. Taremi había visto la tarjeta amarilla a los 52´ y 2 minutos más tarde pateó lejos una pelota luego que el árbitro señalase un off-side de Marega. Actitud antideportiva del iraní y segunda amonestación, para dejar a su equipo con uno menos.
Entonces los lusos tenían poco margen de error y debían redoblar el esfuerzo. Gran bola filtrada de Rabiot para el pique de Chiesa y el control un poco largo dejó en el camino a Marchesín. No pudo hacer pie el extremo italiano y Pepe trató de cerrar de manera desesperada. El balón casi en cámara lenta dio en el poste y se perdió al tiro de esquina. Milagro en el área visitante.
Era insostenible el ritmo para Porto y por decantación estaba al caer el segundo grito local. Preciso envío de Cuadrado desde la derecha para que Federico Chiesa dijera que sí con la cabeza y diera vuelta el marcador a los 63´.
Marega muy solo en el ataque y encima le quedaba muy lejos el “Tecatito” Corona. Los lusos apostaron a una contra inesperada o simplemente a que el reloj avanzara lo más rápido hacia la prórroga y – eventualmente – los penales. Sin embargo, en una jugada fuera de contexto casi llega la igualdad: misil del francés Malang Sarr desde lejos y puños salvadores de Szczesny para desactivar la bomba.
Y Juventus tuvo el gol de la victoria en el tercer minuto de tiempo agregado. El incansable Cuadrado esta vez decidió enganchar hacia adentro en lugar de tirar un centro y metió un fierrazo de zurda. La bola hizo temblar el horizontal y de casualidad Porto llegó al tiempo extra.
El “Dragao” decidió librar un combate contra su propio físico y el esfuerzo fue realmente conmovedor. Y con el temple de acero de uno de sus baluartes, la visita le tiró abajo la estantería a Juventus.
Minuto 115 y un tiro libre lejano de Sergio Oliveira pasó por abajo de la barrera y sorprendió a Szczesny. Impacto portugués y aroma a tiro de gracia para el anfitrión.
La respuesta de la “Vecchia Signora” tardó 120 segundos y enseguida regresó al planeta tierra, gracias a un balón detenido. Córner de Federico Bernardeschi desde la punta izquierda y soberbio cabezazo de Rabiot para quedar tan sólo a 1 gol de la clasificación.
No fue suficiente, no hubo épica ni final feliz para el favorito. Porto apeló a sus armas legales y tuvo el premio a su esfuerzo. Juventus se quedó una vez más con las manos europeas vacías. Quizás sea hora de aceptar que la reiterada hegemonía doméstica no esté nada mal y que llevar ese dominio a todo el continente no sea tarea de todos los días. Los lusos no se achicaron ante una parada brava y le hicieron un guiño a la historia. Al fin y al cabo, tienen la misma cantidad de títulos de Champions que la “Vecchia Signora”.
Juventus (3): Szczesny; Cuadrado, Demiral, Bonucci (De Ligt) y Alex Sandro; Ramsey (McKennie), Rabiot, Arthur (Kulusevski) y Chiesa (Bernardeschi); Morata y Cristiano Ronaldo. DT: Andrea Pirlo.
Porto (2): Marchesín; Manafá, Mbemba, Pepe y Sanusi (Luis Díaz); J. Corona, Sergio Oliveira, Uribe (Grujic) y Otavio (Sarr); Marega y Taremi. DT: Sergio Conceicao.
Goles: Chiesa (49´ y 63´) y Rabiot (117´) (JUV); Sergio Oliveira (19´ y 115´, el primero de penal) (POR)
Árbitro: Bjorn Kuipers (Países Bajos)
(Foto Principal: @FCPorto)
