Impacto de los “Red Devils” en la “Ciudad Luz”, donde se apagaron las ilusiones de un equipo que se confió demasiado y sumó una nueva frustración continental.
Manchester United derrotó 3-1 a París Saint Germain en el Parque de los Príncipes y revirtió el 0-2 sufrido en Old Trafford, para acceder a los cuartos de final. Otra vez los fantasmas de la humillación sobrevolaron en la capital francesa: un conjunto que sacó una diferencia considerable y fuera de casa, volvió a decepcionar y necesita urgente una cita con el psicólogo europeo.
Nunca antes en la historia de la UEFA Champions League, el ganador del primer chico en condición de visitante por 2 de diferencia había quedado eliminado a la postre. El panorama era alentador para los de Thomas Tüchel, ya que el rival no contaba con Paul Pogba, expulsado en el encuentro de ida.
Pero si alguien tuvo el coraje suficiente como para pensar en la remontada fue ni más ni menos que Ole Gunnar Solskjaer. El DT noruego apostó a la frescura, cuando la historia a veces marca que la experiencia es la que suele aparecer en los momentos indicados. Pero como dijo alguna vez Oscar “Ringo” Bonavena, que “la experiencia es un peine que te llega cuando te quedás calvo”, el United fortaleció su cabellera con el aporte de sus jóvenes promesas.
Scott McTominay (22 años), Andreas Pereira (23), Eric Bailly (24) y Marcus Rashford (juega como un veterano con apenas 21 abriles) corrieron y pensaron. Los que tenían más batallas sobre el lomo, respondieron: Lukaku ejecutó y De Gea atajó todo lo que le tiraron. Los británicos pasaron de eventualmente eliminados a creer que podían hacer historia.
Y en apenas 2 minutos, llegó la primera muestra de carácter. Toqueteo intrascendente hacia atrás por parte del local y un erro garrafal. Mal pase de Thilo Kehrer y Romelu Lukaku se anticipó a una pelota que iba para Thiago Silva. Gambeta del belga para desparramar a Gianluigi Buffon y definir con el arco vacío, para el temprano 1-0.
PSG sintió el impacto y rápidamente equilibró la balanza del resultado. De Dani Alves para Kylian Mbappé por la derecha y un centro rasante al segundo palo para la aparición en soledad de Juan Bernat. Empate del español a los 12´ y nuevo control de la llave para los capitalinos.
A partir de ese momento, los galos recuperaron la pelota y buscaron lastimar a su rival con la habilidad de Ángel Di María. El rosarino estuvo intratable con el traslado del balón y la habilitación para algún compañero que siempre llegaba libre. Fue el momento de David De Gea, quien comenzó a erigir una muralla sobre su arco.
Cuando se venía la avanzada local, los “Red Devils” – hoy de blanco – volvieron a asestarle un inesperado golpe al mentón a su adversario.
Minuto 30 y un lejano disparo de Rashford contó con la complicidad de Buffon. “Gigi” dio un rebote corto y Lukaku se ató la servilleta al cuello, para capturar la bola suelta y disfrutar de su segundo bocado. La brecha ya era exigua y los ingleses estaban cada vez más cerca de la hazaña.
Se fueron los 45 iniciales con más dudas que certezas en el anfitrión. De cómo tener todo bajo control a sufrir de manera innecesaria. Es que los errores se pagan caro y los 2 goles sufridos fueron producto de las fallas de PSG.
La tónica no varió demasiado en el complemento. Los franceses manejaron la pelota pero el ritmo decayó. Faltó serenidad para jugar con el reloj como aliado mientras que el visitante esperó por una nueva oportunidad.
Los de Tüchel tuvieron la estocada final y no supieron aprovecharla. Mbappé rompió filas y se fue solito y solo para enfrentar a Buffon. Achique del italiano en primera instancia y el joven galo trastabilló para el remate final. La bola derivó a los pies de un Bernat que siempre acompaña, pero el español estrelló su disparo en el poste derecho.
Aún con vida, el United fue a buscarlo con lo poco que le quedaba. Diogo Dalot adelantó demasiado la redonda y ensayó un lejano derechazo, que rebotó en Presnel Kimpembe. El pedido de córner del joven portugués fue parecido al de Ignacio Scocco en la heroica semifinal de la pasada Libertadores en el Arena do Gremio. Y la historia se repitió, ya que el árbitro sospechó que hubo algo más que un tiro de esquina.
En efecto, consulta con la tecnología por parte del referí Damir Skomina y el VAR determinó que Kimpembe había tocado la pelota con la mano. Penal para Manchester United en el tercer minuto de adición.
La lluvia sobre París le agregó más dramatismo. Los “Red Devils” tenían la chance de conquistar a la “Ciudad Luz” y ser coronados como reyes. Marcus Rashford tomó la responsabilidad: sí, un pibe de 21 años contra 47 mil almas … no busquen a un veterano, solamente se necesitó temple de acero y el wonderkid batió sin miramientos al mítico portero que casi lo dobla en edad.
Épico por donde se lo mire, pero un fuerte castigo para un PSG que subestimó a su rival. Es cierto que parecía muerto tras la ida y que las condiciones estaban dadas para que el pase a cuartos estuviese asegurado. Pero los galos repitieron errores del pasado y tampoco aprendieron de lo que sucedió en Madrid ayer nomás. Solksjaer siempre lo tuvo claro y sus muchachitos le respondieron con creces … no en vano, cuando jugaba siempre fue ese asesino con cara de niño.
Síntesis:
París Saint Germain (1): Buffon; Kehrer (Paredes), Thiago Silva y Kimpembe; Dani Alves (Cavani), Marquinhos, Verratti y Bernat; Draxler (Meunier), Di María y Mbappé. DT: Thomas Tüchel.
Manchester United (3): De Gea; Bailly (Dalot), Smalling, Lindelof y Shaw; Young (Greenwood), McTominay, Fred y Andreas Pereira (Chong); Rashford y Lukaku. DT: Ole Gunnar Solskjaer.
Árbitro: Damir Skomina (Eslovenia)
(Foto Principal: Football 365)
