Entre la mala fortuna y los errores propios, los “Spurs” no supieron administrar la tempranera ventaja y sufrieron la cuarta derrota en sus últimos 5 juegos. Everton se endulzó en el segundo tiempo y consiguió un triunfo vital para soñar con la salvación.
Finalizó la fecha entre semana de la Premier League – la número 15 del torneo – con 2 encuentros de jueves. En una suerte de clásico de Londres, West Ham United dio el golpe a domicilio porque se impuso 2-1 sobre Tottenham Hotspur.
Flojo presente para el equipo conducido por el australiano Ange Postecoglu, que pasó de sólido líder a resquebrajarse en mil pedazos con una serie de derrotas y muchos goles encajados.
Y eso que la vuelta de Cristian “Cuti” Romero se supone una garantía en la defensa y el cordobés no solamente aportó su estirpe habitual en la zaga sino que además se encargó de abrir el marcador para el dueño de casa. Minuto 11 y un córner de Pedro Porro fue cabeceado de manera magistral por Romero, que colgó la pelota en el ángulo superior derecho de la valla defendida por el polaco Fabianski.
Estaba más cerca el anfitrión del segundo grito que los “Hammers” del empate. De hecho, Kurt Zouma casi se manda un gol en contra cuando quiso rechazar un envío de Giovanni Lo Celso y la pifia del defensor galo dio en el poste.
Se fueron al descanso y al inicio del complemento aparecieron todas juntas las calamidades para Tottenham. A los 52´, Mohamed Kudus se animó a un remate desde afuera del área y la pelota hizo banda con los 2 centrales, como si jugase al billar. La carambola amortiguó el disparo del ghanés y se convirtió en una habilitación para un Jarrod Bowen que acompañaba. Derechazo alto del delantero nacido en Leonmister e impensado empate.
A pesar de la fatalidad, los “Spurs” casi recuperan la ventaja con una bola cruzada de Dejan Kulusevski desde la derecha y el cabezazo de Richarlison que se fue apenas ancho. Fue el preludio de la mala suerte llamando a la puerta de casa.
Minuto 74 y un pase atrás de Destiny Udogie quedó corto y arremetió Bowen ante el desesperado achique de Vicario. La pelota siguió en juego y le cayó a James Ward-Prowse, quien le dió por bajo Balón que hizo sonar el metal y volvió a caerle a Ward-Prowse como su tuviese un imán. Toque a la red con la valla desguarnecida y festejo visitante para los de David Moyes.
Everton se despertó en el complemento y superó 3-0 a Newcastle United en el Goodison Park, para mantener intactas las esperanzas de la permanencia. El coraje y amor propio de los “Toffees” pudo más y construyeron una goleada necesaria en los últimos 11 minutos de partido.
A los 79´, Kieran Trippier perdió una pelota en su propio campo y el desenlace fue fatal. Dwight McNeill la llevó atada a la zurda y se tuvo toda la fe del mundo para un remate alto desde el borde del área grande, para dejar sin chances al arquero Dubravka.
Trippier no escarmentó y otra falla suya derivó en el segundo grito sagrado local. Otra vez McNeiil tomó nota y escaló por la banda izquierda. Pase al medio y el que llegó preciso y precioso fue Abdoulaye Doucuré para liquidar el pleito a los 86´.
Quedó tiempo para confirmar que los de Sean Dyche lo ganarían por goleada. Sexto minuto de tiempo adicional y Beto la construyó solito desde el costado derecho, casi en la mitad de la cancha. El portugués se fue camino a la gloria y cuando salía Dubravka la tocó justo y dulce fiesta en clave azul para los “Toffees”.
Por Emiliano Schiavi / @ejschiavi
(Foto Principal: @WestHam)
