El “Gran Danés” fue pura contundencia y apabulló a unos “Cranberries” que terminaron errantes como zombies. Eriksen facturó por triplicado y su gran momento tiene un por qué… o para escribirlo en ruso, POCHEmu.
Dinamarca goleó 5-1 a República de Irlanda en Dublin y jugará su quinta Copa del Mundo. El Lansdowne Road Aviva Stadium de la capital no tuvo esa marea verde ni el festejo de San Patricio, ya que fue la “Dinamita Danesa” la que explotó de júbilo.
El empate sin goles en la ida había dejado la serie abierta pero la convicción por parte de los entrenados por el noruego Age Hareide de confiar en sus armas. No en vano convirtieron al arquero Darren Randolph en la figura excluyente del encuentro.
Pero fueron los locales quienes golpearon primero, en el minuto 6 de partido y mediante un balón detenido. Tiro libre de Robert Brady y un mal despeje de Nicolai Jorgensen. El guardavallas Kasper Schmiechel se apresuró en la salida y fue anticipado de cabeza por Shane Duffy, para la apertura del marcador.
Los daneses no perdieron la calma y en 3 minutos enderezaron el rumbo. Jugadón por izquierda por parte de Pione Sisto y un delicioso túnel subfluvial sobre Harry Arter. Desborde del moreno del Sevilla y centro rasante para un toque de Andreas Christiensen. El desenlace fue dramático, ya que la pelota fue en cámara lenta y rebotó en el poste izquierdo. Y en su afán por rechazar, Cyrus Christie se la llevó puesta y se mandó un autogol a los 29´.
Pasaron 3 minutos y comenzó el show de Christian Eriksen. El volante del Tottenham londinense dio vuelta el resultado con un magnífico remate a colocar que dio en el travesaño y picó dentro del arco de un desesperado Randolph. Era el 2-1 a los 32´ e Irlanda sin creerlo.
En el complemento Dinamarca le dio el tiro de gracia a su rival en el minuto 63. Otra vez Eriksen (y otra vez desde lejos) sacudió la red de la valla de los “Cranberries” y ya no hubo posible “Salvación”.
Eriksen redondeó su noche inolvidable y decidió llevarse el balón a su casa. A los 74´, un envío de Jorgensen sobre el área tuvo un pésimo intento de rechazo por parte de Stephen Ward, quien no hizo más que dejarle servido el 4-1 a la pegada del jugador de los “Spurs”.
La generala llegó con otro nombre de pasado londinense. Nicklas Bendtner – ex Arsenal – se metió en el área enemiga y James McClean no estuvo limpio a la hora de marcarlo. Pena máxima y ejecución con temple de acero para el renovado Nicklas, quien selló el 5-1 definitivo.
De la frescura aportada en su primera aparición, allá por México 1986 (fue lo más parecido que hubo al “Fútbol Total” que mostró Holanda en los 70´s); las buenas sensaciones exhibidas en Francia 1998, a los sinsabores de Corea/Japón 2002 (pudo llegar un poco más lejos) y de Sudáfrica 2010 (afuera en primera ronda); Dinamarca se reinventa y tiene un estandarte del estilo de juego vistoso, que combina una pegada magistral con una excelente visión de juego. Eriksen marca el camino y los daneses viven ese “Amor Afortunado”, que los retrotrae a la inesperada consagración continental en Suecia 1992.
Se cerraron los cupos de Europa y Dinamarca se subió al Transiberiano con destino a Rusia. Lo hizo con goles, contundencia y mucho estilo. No hizo más que respetar su tradición… simplemente “Vio la señal”.
(Foto Principal: FIFA.com)
