El experimentado defensor es uno de los pilares de la Selección balcánica, donde ya superó los cien partidos. La historia de uno de los jugadores más destacados que tendrá la Copa del Mundo.
Rusia contará con la presencia de jóvenes figuras, promesas del fútbol que se viene. Pero también allí darán el presente jugadores que tienen sobre el lomo una experiencia acorde a un evento de tamaña jerarquía. Cada Selección tendrá a uno de estos exponentes, y el de Serbia será Branislav Ivanović.
El defensor de 34 años llegará al Mundial con 102 encuentros disputados con la camiseta de su país, en los cuales anotó un total de 12 goles. Su debut se produjo en el año 2005, cuando Serbia y Montenegro -todavía ambos países no se habían separado- empató 1-1 ante Italia en Toronto.
Un joven Ivanović festejando con la camiseta del Lokomotiv (Foto: Getty Images)
A pesar de no ser convocado para disputar la Copa del Mundo de Alemania en 2006, Ivanović volvería a ser citado luego de que la competencia terminara, momento en el cual Serbia ya se constituyó como una nación independiente. De esa forma, su primer gol llegaría en 2007 en Lisboa ante Portugal en las eliminatorias para la Eurocopa de 2008, en donde marcó el empate a dos minutos del final del partido.
Allí ya empezaba a asomar el potencial futbolístico y de liderazgo del zaguero al representar a su nación, pero eso sólo era una cara más de su carrera. Una extensión de la exitosa trayectoria que estaba empezando a forjar semana tras semana en los clubes donde le tocaba desempeñarse.
Tras debutar profesionalmente en el Srem serbio -que en aquel momento participaba de la segunda división de la liga de Serbia y Montenegro-, Ivanović fue transferido al OFK Belgrado luego de dos temporadas. En el club de la capital permaneció tres años, donde marcó 7 goles en 67 encuentros. Una cifra nada despreciable para un defensor, hecho que grandes equipos a nivel mundial no pasaron por alto.
Levantando la “Orejona” con el Chelsea (Foto: Getty Images)
Su siguiente destino fue Rusia. Allí fue en el 2005 a defender los colores de Lokomotiv de Moscú, un club acostumbrado a pelear por grandes cosas. Y a pesar de que su estadía en la capital rusa no fue tan fructífera a nivel títulos -sólo logró levantar una Copa de Rusia-, a nivel personal los números del serbio se mantuvieron en forma: 7 tantos en 71 presencias.
Esas estadísticas continuaron llamando la atención a nivel internacional, y provocarían que el gran salto en la vida profesional de Ivanović llegara en la temporada 2007-2008, cuando el Chelsea compró su ficha a cambio de 13 millones de euros.
El mejor rendimiento del serbio se combinó con el mejor presente del club londinense, y eso se tradujo en una gran cantidad de títulos cosechados. Con la camiseta azul, Branislav levantó un total de 10 trofeos, entre los cuales se destacan tres Premier League, una Champions League y una Europa League.
Ivanović con los colores de su club actual, el Zenit de San Petersburgo (Foto: Getty Images)
A pesar de que en Chelsea se convirtió en un ídolo indiscutido y uno de los jugadores más destacados en la historia de la institución, llegaría el momento de partir tras empezar a formar parte del banco de suplentes en más de una ocasión. Luego de disputar un total de 377 encuentros en el equipo inglés (en donde además cosechó 34 goles), Ivanović en la temporada 2016-2017 arribó nuevamente a Rusia, esta vez con el pase en su poder para jugar en el Zenit de San Petersburgo.
Sí, justamente en Rusia, la tierra en donde buscará cumplir un sueño con su Selección, en donde comandará a todo un plantel que irá por la hazaña. Allí estará Branislav Ivanović, el capitán serbio que desde la última línea liderará a las “Águilas”.
Imagen destacada: Getty Images