Arsenal volvió a no jugar bien, pero al menos retomó el camino de los tres puntos ganando 2-1 ante un Middlesbrough que cada vez se acerca más al Championship. La dupla Alexis-Özil volvió a sacar la cara por los Gunners, con un tiro libre majestuoso del chileno y otro lindo tanto del alemán para romper la igualdad impuesta por Negredo. Todavía hay esperanza de Champions para los de Wenger.
La jornada 33 se cerró en el Riverside Stadium, donde un más que comprometido Boro recibió a un Arsenal cuyo presente no es nada alentador y necesitaba tres puntos para seguir vivo en la lucha por entrar a Champions. Arsène Wenger pateó el tablero y dispuso por primera vez desde que está a cargo de los Gunners una línea de tres defensores, además de seis cambios. El visitante empezó con la iniciativa, tratando de amoldarse a su nuevo sistema y atacando por los costados. Sin embargo, luego de un penal no sancionado de Daniel Ayala a Olivier Giroud, fue Middlesbrough el que emparejó las cosas y se aproximó más al arco rival. Un gol bien anulado a Marten De Roon por offside y algunos avances por izquierda ante los que Arsenal tuvo problemas lograron hacer ver al local más cómodo en el juego hasta pasada la media hora. En esos últimos minutos antes del descanso, el conjunto de Arsène Wenger volvió a adueñarse del balón y tejió un par de avances por derecha. Aaron Ramsey avisó con un remate que Ben Gibson le bloqueó in extremis justo antes de que Alexis Sánchez regalara lo más vistoso de ese primer tiempo. A los cuarenta, el chileno tomó un tiro libre en la zona de la medialuna y colgó la pelota del ángulo derecho de Brad Guzan para que los Gunners se fueran con ventaja al descanso.
Pese a la ventaja, el cuadro londinense no tuvo la compostura necesaria en el comienzo del complemento y el Boro logró igualar la contienda. A los cuatro minutos, Gastón Ramírez se tiró a la derecha y sacó un preciso centro que Álvaro Negredo, metiéndose entre los centrales, logró capitalizar. El gol inauguró un lapso favorable para Middlesbrough, que tuvo dos oportunidades más. Stewart Downing elevó su remate tras aparecer por el segundo palo mientras que Daniel Ayala no pudo batir con su cabezazo a Petr Cech en una acción de pelota parada. Arsenal recién salió del estupor a los veinte, porque Sánchez volvió a aparecer y se juntó con su mejor socio, Mesut Özil, habilitándolo al espacio. El alemán, sin embargo, perdió en el mano a mano ante Guzan. Esa sociedad marcó lo que vendría después, puesto que a veinte del final Özil volvió a mezclarse con Alexis y éste le puso un gran balón a Ramsey, que certeramente vio llegar al alemán y lo habilitó de pecho, algo que el ex Real Madrid aprovechó para someter de derecha al arquero.
Con el 2-1 a favor llegaron algunos momentos de zozobra para los Gunners, que debieron aguantar la carga aérea de un local cuyo único argumento residió en los centros y las pelotas paradas -herramienta que los de Wenger les permitieron en demasía-. Sin embargo, poco fue lo que Middlesbrough pudo hacer para inquietar a Cech y, en los minutos finales, los londinenses pudieron haber liquidado al contragolpe si Alex Oxlade-Chamberlain hubiese estado más certero a la hora de decidir. El duelo llegó a su fin y Arsenal respiró, porque volvió a ganar como visitante luego de cuatro juegos cayendo fuera del Emirates y sostiene las esperanzas de terminar en puestos de Champions League, como siempre lo hizo en las últimas campañas. La misión todavía es difícil –está a siete del City-, pero con veintiún puntos en juego por delante y un partido menos que los Citizens, las expectativas de recortar distancias para maquillar la peor temporada de los Gunners bajo la tutela de Wenger aún se mantienen.
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