El 13 de agosto de 2014 San Lorenzo venció 1-0 a Nacional de Paraguay en el Bidegain y alzó la primera Libertadores de su historia. El penal de Ortigoza puso fin a una larga espera y desató el festejo del pueblo Cuervo.
“San Lorenzo puede ganar muchas copas más, pero la primera siempre va a ser especial”. La frase de Néstor Ortigoza refleja a la perfección lo que representó la conquista de la primera Libertadores para el Ciclón en 2014. Una noche que quedará grabada en la retina de los fieles Azulgrana y que se impone a cualquier otro partido de la rica historia del club de Boedo. Porque esa Libertadores no solo significó alcanzar lo más alto del continente sino también clausurar una larga espera.
La noche del 13 de agosto de 2014 se respiraba euforia pero también nervios en el Bajo Flores . El 1-1 de la ida en Asunción contra Nacional, dejó parado al CASLA de manera ideal para definir el certamen en casa. Pero lógicamente, propio de una final, y más con lo esquiva que era la Libertadores para el Cuervo, existía una tensión palpable en el ambiente.
El propio Edgardo Bauza, DT de ese equipo, manifestó tiempo después “no podía creer lo que estaba viendo. Lo mal que estábamos jugando, parecía otro equipo. No lo podía creer. Lo hablaba con el Camello Di Leo: ‘Tienen un cagazo bárbaro, pero no tienen miedo, porque estos jugadores no tienen miedo, es al revés, es el miedo escénico, que es otro miedo’. Es el miedo a arriesgar, el miedo a tomar decisiones, resoluciones. El miedo a elegir”.
El Ciclón sufrió el partido y así también lo vivenciaron los 40 mil fanáticos que colmaron el Nuevo Gasómetro. De hecho, en su primera aproximación el conjunto paraguayo estuvo cerca de convertir: Derlis Orué estrelló su remate contra el palo izquierdo del arco defendido por Sebastián Torrico. Mas de un corazon Cuervo se paralizo
Sin Nacho Piatti (pieza clave en los partidos previos y ya en el Montreal Impact de Canadá) ni Ángel Correa (un revulsivo en el ataque y marginado por la detección de un problema cardiaco), el Azulgrana tuvo que remarla contra la solidez de Nacional y las deficiencias propias.
Sin embargo, a los 35′ del PT llegó la chance que los de Bauza no dejaron pasar: el brasileño Sandro Ricci marcó penal por una mano de Ramón Coronel y Néstor Ortigoza se encargó de canjearlo por gol. 1-0 para el Cuervo y el grito de desahogo para una multitud enardecida.
“Cuando iba a patearlo pensaba mucho, estaba convencido de pegarle fuerte pero me di cuenta que no tenía que cambiar la forma de patear justo ahí. Después vi que tenía toda la gente a favor y empecé a mirar al arquero, para ganar la pulseada. Yo sabía que si esperaba parado, y yo se la tiraba arriba y esquinada, no iba a llegar”, expresó Orti tiempo atras sobre el gol más importante de la historia de San Lorenzo, tras lo cual agregó “nunca dimensioné todo el amor que iba a traer ese gol”.
Lo que siguió después del 1-0 fue un conjunto paraguayo arremetiendo contra el arco de Torrico, pero sin claridad. Mientras que los de Bauza no supieron aprovechar los espacios, y a medida que el tiempo se escabullia, la premisa del local fue agruparse atras y evitar sorpresas.
Sufrimiento de por medio, llegó el pitazo final y con él la alegría, la emoción, las lágrimas, los gritos, el festejo. Las mejillas mojadas del emblema, de Pipi Romagnoli; la locura de Matías Lammens y Marcelo Tinelli; el reconocimiento al Patón Bauza y sobre todo el disfrute de un logro largamente perseguido que ya era realidad
SÍNTESIS:
SAN LORENZO 1: Sebastián Torrico ; Julio Buffarini, Mauro Cetto, Santiago Gentiletti y Emmanuel Mas; Héctor Villalba , Nestor Ortigozza, Juan Ignacio Mercier y Leandro Romagnoli; Martín Cauterucci y Mauro Matos. Dt: Edgardo Bauza.
NACIONAL 0: Ignacio Don; Ramón Coronel, José Cáceres, Raúl Piris y David Mendoza; Marcos Melgarejo, Marcos Riveros, Silvio Torales y Derlis Orué; Julián Benítez y Freddy Bareiro. Dt: Gustavo Morínigo.
Gol en el primer tiempo: 35m. Ortigoza (SL), de tiro penal.
Cambios en el segundo tiempo: 12m. Brian Montenegro por Orué (N), 20m. Gonzalo Verón por Cauteruccio (SL), 36m. Enzo Kalinski por Villalba (SL), 40m. Julio Santa Cruz por Benítez (N), 42m. Walter Kannemann por Romagnoli (SL) y Hugo Lusardi por Melgarejo (N).
Amonestados: Mercier (SL). Coronel, Benítez y Mendoza (N).
Cancha: San Lorenzo.
Árbitro: Sandro Ricci (Brasil).
Espectadores: 40.000
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