Postrera victoria sobre Fiorentina para bordar su primera estrella UEFA. El Kaabi emitió el solitario grito sagrado y fue el máximo artillero de la competición con 11 tantos.
No “Sobra” el Griego ni mucho menos a la hora de poner la pasión desenfrenada por el fútbol. El destino hizo que se definiera casi en su propia casa y el elenco de El Pireo finalmente llegó a buen puerto. En el Estadio Opap Arena de Atenas, Olympiacos venció 1-0 a Fiorentina y se quedó con la III edición de la UEFA Conference League.
Un conjunto heleno que sorprendió a Aston Villa – a priori favorito – en su reducto y que hizo méritos suficientes para meterse por primera vez en una definición por un trofeo UEFA (ya se dio el gusto de ganar la “Copa de los Balcanes” allá por 1963 pero no era un certamen reconocido por las autoridades del “Viejo Continente”).
Enfrente estaba un elenco toscano ávido de revancha por la final perdida en la temporada pasada a manos de West Ham United y era la sexta vez que estaba ante la posibilidad de coronarse (la única estrella continental la consiguió en 1961 y fue ante el Rangers escocés por la Recopa Europea).
Un partido propio de una final con más nervios que certezas y donde escasearon las ocasiones de gol. De entrada los griegos mostraron algo de ímpetu con un remate rasante de Deniel Podence que motivó a una fantástica atajada de Pietro Terracciano.
La “Fiore” apenas pudo contestar con un derechazo de Giacomo Bonaventura en franca posición de gol que le salió un tirito a las manos del bien ubicado Tzolakis.
Ya en el complemento, Christian Kouamé lo tuvo de volea y le entró mordido a la pelota pero la extraña parábola hizo que Tzolakis cacheteara el balón al tiro de esquina. Casi lo ganan en los 90 los helenos con un cabezazo de pique al suelo de Vicente Iborra que se fue apenas ancho.
En el suplementario no cambió demasiado la tónica y la llegada de los penales parecía algo inevitable. Hasta que apareció el goleador intratable y en su mejor momento dijo presente en la red para desatar el delirio griego.
Minuto 116 y una bola cruzada de Santiago Hezze picó en el área grande y fue anticipada de cabeza por Ayoub El Kaabi, quien lo primereó a Luca Ranieri. Nada que hacer para Terracciano y explosión en las tribunas porque la gloria estaba cerca.
Olympiacos se dio el gusto y gritó campeón continental por primera vez en su historia. Nunca había pasado más allá de los cuartos de final en un torneo europeo pero esta novel competición le vino de maravillas para probar las mieles del éxito. Hace poco perdió su hegemonía local y casi que quedó como un tercero en discordia. Sin embargo, de la mano de José Luis Mendilibar – que algo sabe de menesteres europeos – y de un encendido El Kaabi, los griegos dejaron atrás cualquier tipo de “tragedia” y celebraron por fin más allá de sus fronteras.
Por Emiliano Schiavi / @ejschiavi
Síntesis:
Olympiacos (1): Tzolakis; Rodinei, Retsos, David Carmo y Francisco Ortega (Quini); Fortounis (Jovetic), Hezze, Iborra, Chiquinho (André Horta) y Daniel Podence (Masouras); El Kaabi (El-Arabi). DT: José Luis Mendilibar.
Fiorentina (0): Terracciano; Dodó, Martínez Quarta, Milenkovic y Biraghi (Ranieri); Nicolás González (Lucas Beltrán), Arthur (Duncan), Bonaventura (Barak), Mandrágora y Kouamé (Ikoné); Belotti (M´Bala Nzoa). DT: Vincenzo Italiano.
Gol: Ayoub El Kaabi (116´) (OLY)
Árbitro: Artur Soares Dias (Portugal)
(Foto Principal: @europacnfleague)