El clásico capitalino dejó el marcador en silencio y ambos equipos se alejan de la pelea por el título. Los “Culés” no necesitaron jugar bien para golear y así estirar a 10 puntos la ventaja ante los equipos de Madrid.
Atlético Madrid y Real Madrid igualaron 0-0 en el primer clásico oficial en el Wanda Metropolitano y quedaron demasiado relegados en la lucha por el torneo local. Se corrió y se metió mucho más de lo que se jugó, en una batalla marcada por la intensidad, las protestas y las polémicas… aquello que suele aparecer cuando el fútbol no está.
En 3 minutos el equipo de Diego Simeone quiso hacerle sentir el rigor a su archienemigo y estuvo a punto de inaugurar el tanteador. Un error compartido entra Marcelo y Raphael Varane en la última línea, que terminó con un involuntario pase atrás del zaguero francés para habilitar a Ángel Correa. Pero el ex San Lorenzo de Almagro falló en la definición ante Francisco Casilla y se perdió una inmejorable oportunidad.
Los “Merengues” contestaron con una doble pared entre Cristiano Ronaldo y Toni Kroos. El portugués se vistió de pasador y dejó al arquitecto alemán con posibilidades reales ante Jan Oblak, pero su disparo salió apenas ancho sobre el vertical derecho.
Cristiano quería sacar provecho de la pelota detenida y con su pegada exigió al portero esloveno, con un tiro libre de esos envenenados que pica antes y complica a cualquiera. Pero Oblak resolvió con criterio y evitó la caída de su arco.
Dani Carvajal metió un centro sobre el área de los “Colchoneros”, que Casemiro bajó para la entrada de Sergio Ramos. El “Gran Capitán” se arrojó de palomita pero se encontró con un tremendo patadón de Lucas Hernández, quien en su intento de rechazar impactó con su botín en el rostro del defensor rival. Se pidió cuanto menos jugada peligrosa y hasta penal en el área local. El resultado fue la fractura del tabique de Ramos y quedarse en el vestuario para el segundo tiempo.
Si en los 45 iniciales no pasó demasiado, el complemento naufragó entre la vehemencia del local y las pocas ideas del Madrid en la generación de juego. Toda jugada era objeto de protesta hacia el colegiado David Fernández y los jugadores no ayudaron ni un poco al normal desarrollo del juego.
A 15 minutos del cierre, Antoine Griezmann se fue reemplazado y completó 8 partidos sin anotar con la camiseta del “Aleti”. Toda una realidad que ilustra el pobre presente ofensivo de los dirigidos por el “Cholo”.
Sin embargo, la apuesta por una delantera conformada por Kevin Gameiro y Fernando Torres casi le da resultado al entrenador argentino. Gran jugada personal del ex Niño, que alcanzó la madurez con un hermoso pase filtrado al delantero galo. Gameiro la picó sobre la salida de Casilla y Casemiro tuvo una rápida reacción para despejar de cabeza en la boca del arco.
El Madrid volvió a rezarle a Cristiano con otro tiro libre, pero nuevamente Oblak fue fiel a su apellido y le bajó la persiana. Toni Kroos también probó desde afuera y esta vez el arquero esloveno dio un rebote corto que casi paralizó los corazones locales hasta el despeje de Diego Godín.
La tercera parecía la vencida, con una subida de Marcelo como centrodelantero y un pase a la derecha para CR7. El portugués tuvo tiempo y espacio para acomodarse y sacar un fierrazo de derecha. Pero fue Lucas quien tuvo una salvada in extremis ante un Oblak que parecía vencido.
Atlético Madrid mantiene el invicto doméstico pero está lejos en el torneo y con un pie afuera de la UCL. Real Madrid también cedió terreno en el ámbito local y deberá apuntar los cañones al tricampeonato europeo.

Barcelona superó 3-0 a Leganés en el Municipal de Butarque y sin importar lo que pase con Valencia en su visita a Cataluña, será el líder del certamen transcurridas 12 jornadas.
No fue la mejor versión del equipo de Ernesto Valverde, pero a veces no es necesario jugar del todo bien para imponer respeto y autoridad ante un rival menor. ¿Cómo explicar un resultado de 3-0 a favor cuando el arquero propio es una de las figuras del encuentro? La respuesta está en la contundencia.
La Cenicienta de la Liga en la temporada pasada resultó un equipo incómodo para los “Culés”, que tuvieron a un Lionel Messi inconexo y apagado. Pero fue el momento ideal para la aparición goleadora de Luis Suárez, quien resolvió la historia con un doblete.
A los 28´ los visitantes quebraron el cero por un error del rival. Un remate de Paco Alcácer fue detenido a medias por el arquero Pichu Cuellar. No sabemos si el sol lo molestó al portero, pero a Suárez no le importó y estuvo rápido para sacar provecho de la situación y marcar el 1-0 parcial.
Leganés respondió con una buena jugada entre Nabil El Zhar y Alexander Szymanowski, que terminó con un remate a colocar por parte del argentino, bien atajado por Ter Stegen.
En la segunda etapa el pequeño equipo de Madrid casi lo pone en aprietos al Barcelona. Larguísimo bochazo del marroquí Amrabat para el pique de Claudio Beauvue: hubo contacto en Francia, pero Ter Stegen detuvo el remate del delantero galo con su pie y agigantó su figura.
Fue entonces que a la hora exacta de partido Barcelona pudo liquidar el pleito. La comunicación entre Messi y Alcácer fue fluida, con un hermoso pase de la “Pulga” para la entrada del ex Valencia. Otra vez Paco con un remate y Cuellar tuvo una gran parada. Sin embargo, el rebote le quedó a Suárez y Luisito no perdonó de volea – la pelota se desvió en un defensa – para imprimir su factura por duplicado.
La exagerada goleada se completó en el minuto final, con más tozudez que fútbol. Tras una serie de rebotes, Messi dejó una pelota en el área chica y Paulinho metió la punta del botín para el 3-0 definitivo.
En la historia de La Liga, ningún equipo que estuvo a 10 puntos del líder se consagró campeón al final de la temporada. Pareciera que solamente Valencia puede ponerle alguna piedra en el camino a Barcelona. No hay nada resulto aún y en el medio está la puja internacional. Pero será otro fin de semana con sonrisa catalana, donde los demás jugaron para el Barsa… y el Barsa también.
(Foto Principal: Pasión Fútbol)