El clásico de Porto Alegre se jugó por tercera vez en 10 días y tuvo una figura excluyente, el ex volante de River, Andrés D’Alessandro, autor de un magnífico gol de tiro libre en la victoria de Internacional 2-0 ante Gremio por los cuartos de final del torneo gaucho.
Pese a la derrota Gremio obtuvo la clasificación a semifinales, favorecido por la diferencia de gol, ya que había ganado 3-0 el partido de ida disputado el domingo pasado en su estadio.
Pero el campeón de América pasó un susto grande y en eso mucho tuvo que ver el crack argentino.
A poco de iniciado el juego, Inter se puso en ventaja con un gol de penal anotado por el uruguayo Nico López y luego, en el segundo tiempo, faltando poco más de 20 minutos para el final, D’Alessandro marcó el segundo, que fue una joya de colección.
El capitán del equipo colorado se hizo cargo de un tiro libre desde el sector derecho en posición oblicua al arco, muy cerca del vértice del área grande, y con un exquisito zurdazo que dibujó una comba maravillosa clavó la pelota en el ángulo superior izquierdo del primer palo.
Estallido de euforia en el Beira Río ante la sensación de que la hazaña era posible.
Por eso los minutos finales se jugaron con extrema tensión. Inter redobló la presión y estuvo cerca de convertir el tercero e igualar la serie ante un Gremio shockeado que terminó alcanzando la clasificación con una buena dosis de angustia.
Aunque quedó eliminado, a Internacional la victoria le sirvió para recuperar la autoestima. Hay que tener cuenta que el año pasado estuvo jugando en la Serie B mientras Gremio festejaba su consagración en la Copa Libertadores de América y que los dos clásicos anteriores, jugados en el curso de este mes por el torneo gaucho, habían sido ganados por su acérrimo rival.
En Río de Janeiro, en tanto, Botafogo se clasificó para jugar la final de la Copa Río luego de superar a Vasco da Gama 3-2 en un electrizante cotejo jugado en el estadio Nilton Santos. Esta noche, Flamengo y Fluminense volverán a disputar una nueva edición de este histórico clásico para definir el otro finalista.
Gerardo Sobrado
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