El mítico estadio de Boca cumple 80 años de vida y los Xeneizes lo celebran a pleno. Es una de las canchas más famosas del mundo y sobre la que propia BBC dijo “un ambiente casi imposible de repetir en el mundo”.
El mundo Boca está de festejo. Es que uno de los emblemas de su historia cumple años: la mítica Bombonera celebra 80 años de vida. Allí, en el Alberto J. Armando, el Xeneize sembró parte de su rica historia. Y no solo eso: el estadio azul y oro edificó una fama y reconocimiento a nivel mundial.
El 25 de mayo de 1940 se inauguró la Bombonera en un amistoso contra San Lorenzo. A partir de ahi, la cancha situada entre las calles Brandsen, Del Valle Iberlucea, Aristóbulo del Valle y las vías del Ferrocarril Roca, fue uno los motores del crecimiento del club de la Ribera.
En 1922 la institución Xeneize alquiló los terrenos del actual estadio y en 1924 tuvo un campo de juego y tribunas de madera. Recién en 1931 Boca pudo comprar el predio para comenzar en 1938 la edificación de la Bombonera.
Fue el esloveno Victor Sulcic junto a sus socios, Raúl Bes y José Luis Delpini, el encargado de diseñar el estadio de la mitad mas uno. Cuando se inauguró aquel 25 de mayo de 1940 (bajo la presidencia de Eduardo Sánchez Terrero pero con la presencia de su antecesor Camilo Cichero), la Bombonera no contaba aún con la tercera bandeja ni la hoy denominada Natalio Pescia, la segunda “fila” que da a Casa Amarilla. En 1953 se terminaron las obras, aunque a lo largo del tiempo se hicieron obras para mejorar su capacidad.
El primer nombre formal de la Bombonera en 1986 fue Camilo Cichero, que como se mencionó anteriormente fue durante su gestión donde comenzó el proceso de construcción del estadio Xeneize. En 2000, Mauricio Macri le cambio el nombre al Templo que pasó a llamarse Alberto J. Armando. ¿El motivo?. Bajo el mandato de Armando Boca vivió el periodo glorioso de Toto Lorenzo.
El porque de “Bombonera” halla su explicación en que el esloveno Sulcic recibió una caja de bombones como regalo con la misma forma de su proyecto. La idea primaria era un estadio con tribunas en los cuatro costados, pero las pequeñas dimensiones modificaron el bosquejo y se cambio el diseño para edificar una especie de “D”. Allí se origina la famosa acústica y la sensación de cercanía con el público. Debido a que se optimizó el espacio y se levantaron las bandejas con una pendiente muy marcada.
“La Bombonera es única en su diseño y concepción. Los hinchas están literalmente sobre los jugadores. Cuando alientan tiemblan las gradas y el suelo, un ambiente casi imposible de repetir en el mundo”, expresó hace años atras la BBC de Inglaterra. Este reconocimiento y otros tantos inflan el pecho Xeneize de orgullo. Esa Bombonera que tiemble y late, está de festejo. Y el mundo Boca lo vive a pleno.
Imagen destacada: TyC Sports
