Ayer por la noche se informó que el sector de oficinas del estadio de Boca se mantendrán cerradas por cinco días, para poder analizar y rejuntar pruebas con respecto al aforo que estuvo presente en pasado partido ante Lanús.
Todas las entidades gubernamentales están atentas a que hacen los clubes con la habilitación para que los hinchas puedan asistir a los estadios, los primeros encuentro trajeron muchos inconvenientes. Primero en el Monumental se vio un exceso importante de gente en las tribunas, en la cual claramente superaba el 50% de los permitido, algo similar sucedió en la cancha de Vélez.
Ahora le tocó el turno a Boca, que este martes fue informado de la clausura de las oficinas del estadio. La fiscal Celsa Ramírez se encargará de juntar las pruebas que demuestren si en el encuentro del sábado hubo más hinchas de lo permitido e informar de esto al juez a cargo, Javier Buján. En principio la fiscalía pidió las cámaras de seguridad, los molinetes de acceso al estadio y documentación. Además de ver que la Bombonera podría tener más gente de la permitida, uno de los puntos que atrajo la atención fue la aparición de entrada fraudulentas y hasta acreditaciones para periodistas.
La fiscal decidió que para resguardar cualquier prueba se cierren y que nadie tenga acceso a las oficinas de la cancha, en donde se encuentran todos los documentos del último partido y el cual podría complicar la situación del estadio, en el caso de que el aforo se hubiese superado.
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