La institución rescindió el contrato con el chileno y la representación legal del jugador, acciono en su contrato. Por eso, se acumuló otro impago que empezó a aportarse en cuotas.
En términos financieros, la demanda de evitar ciertas inhibiciones, consideró la eventualidad producida en estos días por la dirigencia de Independiente. Con las diferentes deudas con jugadores, el club comenzó una etapa de resarcimientos, y en la semana presente, se puntualizaron tres casos específicos.
Uno, fue el costoso antecedente por Gastón Silva, quien denuncio a la entidad de Avellaneda, y ya se elevó un programa de pago con un adelanto mayoritario del millón ochocientos mil dólares.
Por su lado, Francisco Silva fue el damnificado en cuestión de convenios colectivos, ya que los dirigentes, decidieron intermediar el pacto firmado previamente, y concederle así su traspaso momentáneo a la Universidad Católica.
Tras instalarse en el equipo en el que debutó en la primera división de Chile, el futbolista procedió a su causa, y solicita 950.000 dólares de recompensa. El monto, va en decreciente, porque en la directiva transfirieron 500.000 dólares, causando solo una deuda vigente de 450.000 dólares.
En casi una temporada con el club el mediocampista apenas mantuvo una continuidad en el once titular, entre otras cosas por lesiones físicas.
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