Ariel Holan anunció ayer que dejó de ser el entrenador del plantel profesional de Primera División. El DT había logrado algo muy difícil en el ambiente: conseguir la aceptación de la parcialidad y coronar con un título.
Y la consagración no trajo calma. Muchos periodos de turbulencia trascendieron en el club, y cuando todo anda sobre rieles, los golpes llegan.
El sueño de toda su vida, como lo expresa en el comunicado, fue interrumpido por los delincuentes del fútbol que, a esta altura, parece no tener solución a sus actos vandálicos.
El técnico fue víctima de un apriete por parte de la barra del club, encabezada por Bebote Álvarez, quien hoy está preso, y desde entonces las alarmas no paran de sonar. Su familia pasa los días con temor y rodeada de custodia policial. Los violentos ganaron de nuevo.
Por esa razón, entre otras mucho menores y solucionables, es que da un paso al costado con el sólo objetivo de proteger a la familia.
El pueblo rojo lamenta su partida.
Fotos: Twitter oficial de Ariel Holan