Quedan sólo unas pocas semanas para concluir un largo torneo. Un torneo muy negativo en la mayoría de los aspectos. Rodrigo Molinos comenzó de presidente y hoy está Ezequiel Melaraña. Pedro Troglio era el director técnico, mientras que hoy Facundo Sava lleva esa responsabilidad.
Javier García comenzó la temporada lesionado, por lo cual llegó Ibáñez. Más tarde se recuperó y forzó la salida de Gabbarini. Lucas Janson y Chimi Blengio también estuvieron parados la mayoría de la presente temporada (apenas llevan 2 partidos cada uno) y sus lugares no fueron cubiertos con refuerzos.
El período de traspasos del verano vio llegar a Diego Gurri, proveniente del fútbol uruguayo e irse nada menos que a 7 jugadores del primer equipo. Todos ellos titulares o de rotación habitual.
De los últimos 6 encuentros que disputó el conjunto de Victoria, en 3 se generaron muy fuertes polémicas por la dirección arbitral. Contra River (dos goles mal anulados a Morales), contra Vélez (penal que ni los propios velezanos entendieron en tiempo de descuento) y en menor medida, el último encuentro frente a Defensa y Justicia (expulsión en el minuto 20 a Diego Sosa).
Todo parece confabularse contra el equipo de Victoria. Sava ya tiene el récord más negativo de puntos en los primeros 10 encuentros desde que Tigre volvió a primera división, hace ya 10 años. Si aguantará el Colorado hasta la finalización del certamen o no, aún no lo sabremos y parece que los próximos encuentros serán determinantes, más aún siendo la mayoría encuentros donde Tigre debería llevarse puntos: Vélez, Patronato, Rafaela, Arsenal.
Los promedios quedarán peligrosamente comprometidos para las próximas campañas; resta ver si se podrá estabilizar la dirigencia matadora y si llegan más jugadores de los que salen de un equipo repleto de juveniles, donde normalmente de los 11 titulares, 7 u 8 mínimo, son producto de las Inferiores.
