La miocarditis ya no presenta dificultades en el sistema inmunológico del mediocampista. Por eso, desde el cuerpo técnico, son optimistas en la rehabilitación al corto plazo del juvenil que contrajo la infección viral en el duelo ante Racing por el torneo local.
Una de las secuelas de contagiarse de la Covid-19, consiste en la miocarditis. Las consecuencias cardiacas de dicha deficiencia, impone cualquier tipo de actividad deportiva.
Edwin Cardona y Leonardo Ponzio, fueron quizás las dos figuras de la Liga Profesional, que lo padecieron y entre medio de las competencias de sus respectivos equipos, fueron desplazados de la convocatoria.
Es que, la circulación cardiaca infiere en el normal transcurrir de las personas que practican una acción colectiva y deben someterse a diferentes exámenes médicos. Si bien, en este periodo pandémico, los estudios especializados fueron complementos en los clubes argentinos y del mundo, no caben oportunidades de arriesgar al jugador a padecer otras falencias.
En Liniers, preveían que el futbolista tenía que permanecer fuera del campo de juego por cuatro meses como máxima medida de prevención. Sin embargo, en estas horas, se resolvieron diferentes optimismos en la dirección técnica.
Dada la examinación de la condición física del mediocampista, los resultados no detectaron ni arritmia ni miocarditis. El grado de recuperación, continuara en una revisión rigurosa, y en caso de no aparecer secuelas relacionadas al virus, volverá a concentrarse y entrenar antes de lo previsto.
Foto: Vélez Sarsfield