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#EquiposHistóricos: La época dorada de Ferro

Empezaba el año 1980, la historia dorada para Ferro estaba a punto de empezar a escribirse. Para eso la dirigencia del club, con Santiago Leyden y Ricardo Etcheverry a la cabeza, contrató a Carlos Timoteo Griguol.

La llegada del técnico generó expectativas en los hinchas del “Verdolaga” ya que este había sido campeón en Rosario Central en 1973 y su juego estaba muy lejos de los líricos de los años ‘70, como el Huracán de Menotti o el Boca de Rogelio Domínguez, ambos aclamados por el periodismo de esa época.

En el Torneo Metropolitano de 1980, el equipo de Caballito se ubicó en la séptima posición con 35 puntos y pudo mantenerse en primera división durante todo ese año. No se lució mucho durante ese año, pero poco a poco se iba aferrando a la idea y estilo que propone Griguol. El mismo consistía de un juego colectivo explosivo y de práctica al igual que el Estudiantes de Bilardo.

En 1981 fue donde Ferro empezó a ser noticia por su juego intenso. En el Torneo Metropolitano se ubicó en la segunda posición (49), a tan solo un punto del campeón Boca Juniors (50). Esto le permitió al “Verdolaga” jugar el Torneo Nacional donde fue la sensación hasta que perdió la final contra River Plate. En el Metropolitano el arquero de Ferro, Carlos Barisio, logró un récord aún vigente en el fútbol de nuestro país. Mantuvo su valla sin recibir goles por 1075 minutos.

Lejos de desanimarse, el equipo dirigido por Griguol se propuso ganar el Nacional de 1982 y así fue. Luego de 22 partidos disputados, con 16 victorias y 6 empates, Ferro se consagró campeón por primera vez en su historia. El equipo de Caballito le ganó a Quilmes por 2 a 0 en el Estadio Arquitecto Ricardo Etcheverry y desató la locura de todo el pueblo verde.

Los titulares de Ferro que vencieron a Quilmes 2 a 0. Arriba: C. Arregui, Gómez, Garré, Cúper, Rocchia y Basigalup. Abajo: Saccardi, Juárez, Márcico, Cañete y Crocco. Foto: Historiayfútbol.com

Este equipo no solo fue sensación por su juego “defensivo” como lo catalogaban los periodistas,  sino también por ser el segundo campeón invicto en la historia del Fútbol Argentino hasta ese entonces (anteriormente lo fue San Lorenzo en 1968 y 1972). Este campeonato le otorgó la posibilidad de jugar la Copa Libertadores en 1983 junto a Estudiantes de La Plata quien ganó el  Metropolitano de 1982.

Desafortunadamente, el equipo comandado por Griguol, quedó eliminado de la copa más importante de América quedando cuarto en su grupo con 4 puntos. Al mismo tiempo, competía por el Torneo Nacional donde también quedó fuera de la competencia tras perder con Estudiantes, quien luego se consagraría campeón.

En el Torneo Metropolitano cambió su imagen y se ubicó en la tercera posición quedando a tan solo dos puntos del campeón, Independiente. La campaña de el “Verdolaga” fue muy buena, disputó 36 partidos de los cuales ganó 16, empató 14 y perdió 6. 

 Durante esos años de esplendor del conjunto de Caballito, los equipos grandes, menos Independiente, se encontraban transitando duros momentos. Boca en una crisis económica grande al igual que River, San Lorenzo y Racing descendiendo a la segunda división.

 Llegaba el año 1984, tal vez el más significativo para Ferro. El Torneo Nacional se desarrolló de una manera inédita, los equipos se dividieron en ocho zonas de cuatro, el “Verdolaga” compartió el Grupo E junto a Instituto de Córdoba, Platense y Altos Hornos Zapla. Jugó 6 partidos donde ganó 3  y empató 3, de esa manera clasificó en la primera posición con 7 puntos a los octavos de final.

 En dicha instancia, tuvo su primer parada brava ante Huracán. En la ida el equipo de Parque Patricios ganó por 1 a 0 y el mismo resultado se repitió en la vuelta pero esta vez a favor de Ferro. La serie se definió por penales donde el conjunto de Caballito avanzaría a la siguiente ronda ganando por 7 a 6.

 Por los cuartos de final le tocaba enfrentarse a otro complicado rival, Independiente de Avellaneda. En la ida igualaron 1 a 1, pero en la vuelta la ventaja fue para el Oeste y de esta manera pasaban a las semifinales mientras la ilusión por el segundo título se encontraba más latente que nunca.

Talleres de Córdoba fue el rival en semifinales, en esta ocasión el “Verdolaga” se impuso por 1 a 0 en la ida y en la vuelta igualaron 1 a 1. Nuevamente, el equipo furor de Griguol, accedía a otra final nada más y nada menos que ante River Plate, como en 1981.

Este partido definitorio generó muchas expectativas, el 24 de mayo River, con Norberto Alonso como figura, recibía en el Monumental a un Ferro que durante los últimos años gestó una identidad y un juego aguerrido. Ante todos los pronósticos, el pequeño le ganó al gigante. El “Verdolaga” dió una cátedra de fútbol en la casa del “Millonario” y ganó por 3 a 0 con goles de Adolfino Cañete, Hugo Noremberg y Alberto Márcico (de penal).

La vuelta de la final reunió al pueblo verdolaga en su estadio, la alegría, la emoción, la euforia por el momento histórico que vivían hizo que ese día el estadio Arquitecto Ricardo Etcheverry sea una verdadera fiesta. En la vereda de enfrente se encontraba un golpeado River, aún anonadado por lo ocurrido en los primeros 90 minutos.

El 30 de mayo de 1984 se disputó la vuelta de la final del Torneo Nacional. Ferro, con una ventaja de tres goles arriba, nunca se relajó y menos dejó de jugar a su estilo. 

Por su parte, River se vió superado futbolísticamente por su rival y el gol de Cañete fue la demasiado para los  hinchas millonarios que a los 25 minutos del segundo tiempo incendiaron los tablones de su tribuna para suspender el encuentro.

Debido a los incidentes el partido no pudo continuar y se lo dió por ganado a Ferro. De esta manera el equipo de Caballito lograba ganar su segundo título de su historia. Manteniendo una base de jugadores, una clara idea de juego y sobre todo un fuerte carácter para afrontar los partidos, Ferro marcaba una época dorada en el fútbol argentino.

La partida de jugadores claves en el  Nacional 82 como Gerónimo Saccardi, Juan Rocchia  y Claudio Crocco no fueron motivo para decaer. La aparición de juveniles como Marchesini, Noremberg y Fantaguzzi hacían soñar al pueblo verde con la obtención de otro título.

La formación de aquel gran equipo de 1984, de izquierda a derecha: Carlos Alberto Arregui, José Carlos Fantaguzzi, Oscar Garré, Héctor Cúper, José Luis Carrizo y Eduardo Basigalup. Agachados: Oscar Acosta, Oscar Agonil, Daniel Fernández, Roberto Coeli y Alberto Márcico. Foto: El Gráfico

Aquella gran apuesta de Santiago Leyden y Ricardo Etcheverry dió resultado. El gran Carlos Timoteo Griguol dejó una gran huella marcada en la historia de Ferro y también el fútbol argentino. Este equipo realmente fue revolucionario, demostró que sin grandes estrellas también se pueden lograr cosas importantes y también ser el dolor de cabeza para muchos equipos grandes.

Campaña Nacional 1984:

Grupo E: Platense (V) 4-1 Goles: Acosta, Márcico (2) y Cañete

Altos Hornos Zapla, Jujuy (L) 2-0 Goles: Márcico y Cañete

Instituto de Córdoba (V) 3-3 Goles: Marchesini y González (2)

Altos Hornos Zapla, Jujuy (V) 1-0 Gol: González

Instituto de Córdoba (L) 1-1 Gol: Acosta

Platense (L) 1-1 Gol: Cúper

Octavos de final: Huracán 1-0 (L) Gol: Marchesini

Huracán  0-1 (V) *Ferro se impuso por 7-6 en penales

Cuartos de final: Independiente 1-1 (L) Gol: Márcico

Independiente 1-0 (V) Gol: Arregui

Semifinal: Talleres de Córdoba 1-0 (L) Gol: Noremberg

Talleres de Córdoba 1-1 (V) Gol: Noremberg

Final: River Plate 3-0 (V) Gol: Cañete, Noremberg y Márcico

River Plate 1-0 (L) Gol: Cañete 

*Partido suspendido a los 25 minutos del segundo tiempo

Por: Sebastián Basas

Imagen Destacada: Horacio Marini

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