29 de Octubre de 1978.
Un final de Campeonato no apto para cardíacos !!!
Por la 42ª y última fecha del Campeonato Metropolitano. En el Gigante de Arroyito, situado a orillas del Río Paraná. Sitio que hasta hacía uno pocos meses había sido sede del Campeonato Mundial de Fútbol Argentina 1978. Esa tarde de domingo fue epicentro de uno de los grandes acontecimientos para el Quilmes Atlético Club quien derrotó al Rosario Central por 3 a 2 y se consagró Campeón luego de una reñida lucha con Boca Juniors por el título. Por lo que los hinchas cerveceros tenían centradas sus miradas en lo que hacía su equipo y sus oídos en lo que pasaba en La Bombonera donde Boca derrotó a Newell`s Old Boys de Rosario por 1 a 0 pero no le alcanzó para arruinarle la gran fiesta a Quilmes.
“Quilmes mandó 15.000 efectivos al frente de batalla. A las seis de la mañana cincuenta ómnibus abandonaron la ciudad con los ojos puestos en Rosario. Autos, trenes, camiones y todo otro medio capaz de transportar tanta esperanza pusieron idéntica. proa
Atrás atando pañuelos, quedó su inmensa reserva. Son los que no pudieron viajar. Son los que no se atrevieron a soportar tantas ansias en el propio escenario. Son las mujeres, las hijas, las novias de la hinchada. Allí vienen avanzando por la calle Sarmiento en busca del cruce con Guido” (Textual de Roberto Defer para la Revista El Gráfico).
El partido en si fue calificado como: DISCRETO.
Tras el tercer gol de Quilmes, que significaba el campeonato para los visitantes, se hizo mediocre, porque el vencedor se preocupó mucho más por la marcha del reloj que por la pelota. Pero debe entenderse que en una final tan tensa, tan nerviosa, con tanta responsabilidad para quienes se jugaban todo el año en 90 minutos, es muy difícil pretender la exquisitez de un fútbol de alta categoría. El espectáculo estaba más afuera que adentro. Y el espectáculo de afuera, motivado por un golazo espectacular de Gaspari, fue realmente hermoso. Lo de adentro fue por sobre todas las cosas, correcto.
Campo: muy bueno
Arbitro del partido: Ithurralde (correcto).
Por : Adrian Adalverto Giovanini
