Un 17 de octubre de 1948 nace SACACHISPAS F.C.
¿Qué es Sacachispas? (escrita en el 2011)
Muchas veces nos hicieron esta pregunta entre curiosidad y bromistas e ironías de conocidos y extraños.
Buscando respuestas y explicaciones convincentes, trataré de darles una respuesta. Es un club de fútbol de Primera C -próximamente en la B- que está arraigado en el barrio de Villa Soldati. Tiene la particularidad de tener el color lila en su camiseta, siendo un distintivo.
Para otros, un par de botines que más de un cuarentón le hará recordar de su infancia, y un brillo en los ojos que los hará sonreír con picardía (obviamente para los que tuvieron potrero, los otros mejor ignorarlos).
Para otros, un nombre simpático y gracioso con el cual se le decía “andá jugar a Sacachispas” a un matungo. Desgraciadamente, unos cuantos vinieron últimamente.
Algo que nuestras mujeres, novias, etc. ven con mala cara cuando nos vamos a ver un partido a Zárate o Berisso, y no queremos ir con ellas al supermercado.
Para Don Beto (Roberto Larrosa padre) es un club de fútbol, solamente eso y no hay otra cosa.
Para otros, musa inspiradora como para hacer 2 películas, para que los chicos produjeran un programa de radio en el trabajo práctico de Ciencias de la Comunicación.
Para otros, marketing para vender lácteos.
Para nosotros, es un lugar en el mundo donde vemos a once gladiadores vencer al enemigo triunfante sin dejar margen a la duda, donde en 90 minutos pasamos de la ilusión al desencanto o la euforia (según el resultado) para volver a la esperanza en el próximo partido. Donde valoramos la entrega, la garra y el corazón, y que no perdona la traición, sino que lo cuente el que escupió la camiseta, ese no merece ser nombrado.
Desde cómo llegar a esa cancha de mier… que queda en cul… del mundo, hasta formar el once ideal que siempre es el que nunca jugó. El sueño de enfrentar a los grandes y vencerlos, de infundir respeto por el solo nombre de SACACHISPAS.
Para mí es el orgullo de ser hincha, socio, cronista, camillero…
En sus inicios fue un equipo que militó en los campeonatos “Evita”, que tomó su nombre a una historieta que escribía Borocotó padre en la revista Billiken. Uno de los personajes era un ciclista al que apodaban el Sacachispas. Esta es la parte romántica, otras de una marca de bebida. Cada uno dará una versión.
Cuenta la leyenda que un señor armó un equipo de fútbol con los chicos del barrio, con el fin de participar en los campeonatos “Evita” (década de los cuarenta) en pleno auge de Perón, donde se le daba mucha importancia al deporte y se hacían estos torneos (lo que hoy son los torneos bonaerenses). Cuentan también que eran imbatibles. Luego de un triunfo importante, este señor les dice a los chicos que le dediquen el mismo al que le había inspirado el nombre: al prestigioso Borocotó padre, quien se emocionó ante tanta algarabía, dando ahí la incorporación de un jugador + su hijo Borocotó Junior. Por hoy médico y legislador de no se qué partido político, esa es otra historia. Tenía la misma edad que los jugadores.
Los triunfos nunca se acababan y hasta llegaron a oídos del General. Éste quiso conocerlos y fueron convocados a un partido ante su presencia, con lo cual fue la piedra fundamental para que Sacachispas ocupara un lugar en la historia, ya que el General -sabiendo de las hazañas deportivas- les dio los terrenos donde se encuentra el club. Ahí recién empieza la historia.
Para ADRIÁN BELLA -capitán de equipo campeón del 2000-, es esto:
¿Qué es Sacachispas?
Sacachispas es la expresión más grande del Ascenso… ¿qué equipo significa más en el Ascenso que Sacachispas? Vos decís “Sacachispas” y la gente se imagina el club del Ascenso. Es el Ascenso mismo y todo lo que ello incluye: la lucha, el sacrificio, la entrega, el amor al fútbol por el fútbol mismo. Es el club que me devolvió las ganas de jugar, es el club en el que se me mezcló el jugador y la pasión del hincha, jugaba como hincha, quería ganar siempre porque me dolía que mi equipo perdiera… Le dí todo lo que tenía sin esperar nada a cambio, y esa nada se convirtió en muchas cosas: en amistades, en ascenso, en gloria, en alegría… y también en algunas tristezas, pero siempre con la frente alta por haber intentado siempre lo mejor para el club, los hinchas, los dirigentes, para los mismos compañeros de equipo…
Ojalá te sirva… De más está decir que el teclado esta empapado de lágrimas, porque todavía hoy, con 37 años y algunos kilos de más- sueño con esa despedida que no se dio, porque mi último partido hubiera sido con Barracas Central en cancha de ellos, pero llovió tres gotas y su cancha (en ese entonces) se inundaba rápido, así que me quedé sin despedida. Me hubiera encantado revolear mi camiseta a la gente y llorar en la cancha por dejar a mi equipo…
Fotos: Museo Lila
