El Xeneize afronta una semana clave con el choque con Santos por Copa Libertadores y el mano a mano con River del domingo. Para los de Russo ambos partidos son determinantes.
La derrota de Talleres frente a Lanús del día de ayer, sentenció un nuevo superclásico para este 2021. Será el tercero del año, pero a diferencia de los anteriores, ahora habrá un ganador si o si. Otro mano a mano con el rival de toda la vida para Boca, pero no es todo ya que mañana tendrá un duelo de peso antes Santos por Copa Libertadores. Semana con mucho en juego para un conjunto de Miguel Ángel Russo que deberá dar la talla.
La derrota con Barcelona de Ecuador sí bien no puso en riesgo la clasificación a octavos, sí generó incomodidad en el mundo Boca. Los ecuatorianos lideran el grupo C de la Libertadores con 9 unidades, seguidos del Xeneize con 6 y Santos con 3. Para no entrar en zona de turbulencias, el equipo de Russo necesita rescatar aunque sea un empate en Villa Belmiro mañana.
Si bien en Boca descuentan que sumarán las seis unidades como local ante Barcelona y The Strongest-sus últimos dos partidos- , no quieren sorpresas ni confiarse. Una derrota ante el Peixe pondría nuevamente en carrera a un equipo que parecía casi eliminado. La última victoria por 5-0 ante los bolivianos, le dio vida a un Santos que mañana hará el estreno oficial de Fernando Diz como DT.
Además la visita a Villa Belmiro conecta con el pasado reciente al Xeneize. Si bien derrotó 2-0 a Santos en La Bombonera hace dos semanas, será el regreso al escenario del fatídico 0-3 de enero pasado. Aquella noche no solo marcó el fin de un nuevo sueño copero, también desencadenó una profunda crisis en el Xeneize. Para Boca el duelo de mañana es una prueba de carácter que se repetirá el domingo ante River.
Russo no perdió ninguno de los dos clásicos que disputó desde su regreso a Boca. Fue 2-2 el 2 de enero de este año por la Copa Diego Maradona y 1-1 el 14 de marzo por la Copa Liga Profesional. El DT, si bien no se fue ganador, tampoco besó la lona frente al equipo de Marcelo Gallardo. Pero esta vez será diferente, es un mano a mano donde River festejó siempre en los últimos enfrentamientos.
Oportunidad ideal para el Xeneize. Una más -la tuvo también Gustavo Alfaro– para torcer la racha negativa ante el Millonario en los partidos mata-mata. Pero también para encaminar definitivamente la clasificación a la próxima fase de la Libertadores. Santos y River, en un lapso de cinco días, la prueba que Boca necesitaba para ver si está a la altura de las circunstancias.
Imagen destacada: Twitter Oficial Boca Juniors