Talleres está hundido en la antepenúltima posición del campeonato y el clima por Barrio Jardín no es agradable para trabajar. Las dudas ya están hace tiempo en la gente y ahora se trasladan hacia las oficinas del club. ¿Puede el nuevo director técnico dar vuelta este presente?
Si bien son apenas cinco las fechas que se disputaron en esta Copa de la Liga, el equipo de Córdoba no ha encontrado funcionamiento alguno y ha convertido solamente un gol: Aquel que hizo Federico Girotti frente a Newells en el 1 – 2 de la fecha 4. Solo sirvió para un descuento de estadística. El club se encuentra en la penúltima posición en su zona con 2 puntos, por detrás tiene solamente a Patronato con 1.
La ida del cacique Medina quedó atrás en el tiempo, pero no en los pasillos de la institución, mucho menos en el ánimo del público que busca volver a tener un equipo que lo identifique y lo haga soñar, como fue el que llevó a cabo el uruguayo durante todo su proceso. Ángel Hoyos no heredó el mismo plantel: Se fueron jugadores muy importantes como Tenaglia o Komar, por ejemplo. Llegaron varios refuerzos que todavía no pudieron estar a la altura y, además, Valoyes sigue mirando los partidos desde la tribuna por lesión. El colombiano es pieza clave en el 11, aunque parece difícil que un solo jugador pueda darle a Talleres la dinámica que no tuvo hasta ahora.
El DT se expresó ante los micrófonos luego de la derrota frente a Racing y dijo: “La fuerza siempre está”. Una declaración diplomática que al público tallarín no le genera ninguna ilusión o expectativa. Lo que se viene en el corto plazo para Talleres es el duelo del próximo Sábado frente a San Lorenzo en el Kempes. Un partido con dos equipos que necesitan como el agua los tres puntos en disputa.
Por Juan Bovone
