El defensor sufrió la fractura de su tibia derecha el 12 de mayo de 2016 contra Atlético Nacional por Copa Libertadores, y en octubre se fisuró en la misma zona cuando su vuelta parecía estar más cerca.
Pinola se siente muy bien de la lesión y su intención es ya ponerse a jugar. De allí la ilusión de sumar minutos de fútbol antes de que el torneo se reanude. El defensor canalla hace 9 meses que no tiene actividad y podría jugar con Vélez.
La participación de Pinola en los entrenamientos es medida. Hasta aquí, realizaba trabajos junto al resto de sus compañeros, pero a la hora del fútbol se hacía a un lado, especialmente cuando se trataba de una práctica formal de fútbol, donde lo que se intentaba es evitar que un contacto le vuelva a jugar una mala pasada. De hecho, la semana anterior, participó de un ejercicio táctico, para el equipo alternativo, pero lo que buscaba el técnico Paolo Montero era que el equipo intentara salir jugando limpio desde el fondo, sin grandes exigencias.
Por eso en lo que va de la pretemporada no tuvo minutos en cancha en ninguno de los seis amistosos. Ayer la cosa fue distinta. Participó de la práctica de fútbol, para el equipo de suplentes (el titular fue el que viene jugando, con Marco Ruben por Bordagaray).
Dentro de un cuadro lógico, con tiempos que lejos están de querer acelerar, el retorno de Pinola a la actividad profesional está previsto para fines de marzo. Pero esta posibilidad cambia un poco la ecuación. Es que si ya contra Vélez sale al ruedo, seguramente su vuelta a las canchas se dé un tiempo antes. Si fuese por el jugador, ya quisiera estar en el primer partido del año, contra Godoy Cruz.
Foto: La Capital
