En Yokohama se jugó la gran final por el Oro y Canadá le ganó a Suecia en la definición por penales.
Gran expectativa generaba este partido. Por un lado, un conjunto sueco que llegaba a esta final luego de ganar todos sus partidos sin necesitar tiempos extras. Eran las grandes favoritas para alzarse son la presea dorada. Enfrente, un equipo luchador e inteligente como Canadá que con un empate y una victoria en su Grupo acabó derrotando a Brasil por penales y a Estados Unidos por un gol a cero. Cada partido fue trabajado intensamente por las canadienses que no tenían el potencial de algunas de sus rivales.
En el Estadio de Yokohama se vieron las caras y los primeros 30 minutos fue de trámite parejo y sin ocasiones de gol hasta que una escapada por derecha de Kosovare Asllani cambió el partido. La nueve del Real Madrid cedió un buen pase a Stina Blackstenius que fue letal y marcó el 1 a 0 sobre los 34 minutos de juego.
Canadá batallaba pero le costaba llegar al arco amarillo, sin embargo, las suecas no lograban, tampoco, desnivelar y aumentar el marcador. Una gran defensa canadiense y un mediocampo que corría todos los balones, se lo impedía. Hasta que, a los 18 minutos del segundo tiempo, la eterna Christine Sinclair recibió un pase en área sueca y fue derribada por Amanda Ilestedt. VAR mediante, Anastasia Pustovoitova marcó la pena máxima y Jessie Fleming se hizo cargo del disparo anotando el empate 1 a 1.
Con ese resultado acabaron los 90 minutos y en el tiempo extra no hubo jugadas picantes, se notaba el cansancio y la falta de ideas de ambos equipos que los llevó, inevitablemente a la definición por penales.
Allí, Canadá fue más efectivo aunque también fue acompañada por la fortuna cuando la capitana sueca, Caroline Seger, tuvo en su pie derecho la gran chance de ganar la serie de penales, pero remató tan mal que su disparo se fue alto. La primera instancia de cinco penales para cada lado, acabó empatada y hubo que seguir pateando. Jonna Andersson no aguantó la presión y remató muy débilmente posibilitando la atajada de Stephanie Labbe. Así que todo quedó en el pie de Julia Grosso quien con suspenso, porque su remate fue casi amortiguado por Lindahl, marcó la diferencia final y logró la victoria roja.
El conjunto dirigido por Bev Priestman consigue por primera vez la dorada luego de obtener dos Bronces en Londres 2012 y Rio de Janeiro 2016. Suecia repitió el mismo resultado que en Rio y se lleva la medalla de Plata.
Ha sido un gran torneo para ambos equipos, uno jugando muy bien al fútbol de manera colectiva y el otro mostrando otras armas, también colectivas (y efectivas) que la llevaron a quedarse con la ansiada presea dorada. Canadá es de Oro porque se puso el overol todo el torneo y, a sabiendas de sus limitaciones, encaró cada partido de una manera diferente bloqueando el juego rival y esperando pacientemente su momento para golpear. Las norteamericanas son campeonas y está muy bien.
Foto principal: Twitter @CanadaSoccerEN