El Xeneize sorprendió y concretó el arribo de Diego González. El volante llega libre y firmará por dos años. Juan Román Riquelme fue clave para convencer al jugador, que tenía todo arreglado para volver a Lanús.
Miguel Angel Russo puede sonreir. Es que en horas de la mañana, se confirmó la llegada de Diego Gonzalez. El ex hombre de Racing se convierte así en el tercer refuerzo de Boca, en una negociacion donde la influencia de Juan Román Riquelme fue determinante. El Pulpo arriba en condición de libre y arregló un contrato por dos temporadas.
El mediocampista central acordó hace poco la rescisión de su vínculo con Racing, luego de que Sebastián Beccacece le avisara que no lo iba a tener en cuenta. Incluso no formó parte de la extensa lista de buena fe que la Academia presentó ante la Conmebol. Lanús, lugar donde nació el Pulpo, parecía el nuevo destino del volante.
Pero apareció Riquelme y con un llamado convenció a González de mudarse a la Boca. El jugador expresó en más de una ocasión en el pesado su admiración por el Diez. Ese famoso “y si te llama Roman?” parece haber surtido efecto en este caso.
Las tratativas se mantuvieron en estricto secreto y el ídolo Xeneize aceleró cuando se enteró que el Pulpo logró rescindir con Racing. El mediocampista se realizó ayer la revisación médica, estudios cardiológicos y el hisopado. La idea es que cuanto antes se ponga a disposición de Russo.
El entrenador Xeneize no tiene reemplazo para Jorman Campuzano, ante las partidas de Iván Marcone y Sebastián Pérez. Mañana ante Caracas preservara a Campuzano e improvisará en su lugar con Nicólas Capaldo. Por eso el arribo del Pulpo cobra sentido y así Russo dispone de una variante importante, en la búsqueda de conquistar América.
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