BALÓN DE ORO
Edición 2019
Sin que mediara sorpresa alguna, la futbolista estadounidense culmina el año con realmente todos los lauros individuales que tuvo al alcance; no sólo se quedó con “The Best” en septiembre pasado y con la “Bota de Oro” y el “Balón de oro” del Mundial Francia 2019, si no que además fue galardonada con el segundo “Ballon d’ Or” de la historia.
Su nombre completo es Megan Anna Rapinoe, tiene 34 años y desde hace varios meses es la imagen de la batalla feminista por la igualdad en el fútbol y en la vida: abanderada además, del movimiento de “Lesbianas, Gays, Bisexuales y personas Transgénero y/o Transexuales” (LGBTyQ), la capitana del seleccionado de Estados Unidos de Fútbol, fue una de las artífices de la denuncia a la Federación de Fútbol de los Estados Unidos (USSF) por discriminación salarial. El reclamo tiene como eje central la cuestión sobre las remuneraciones y su equivalencia con respecto a los logros obtenidos: en el país del norte de América, el combinado femenino es largamente mucho más exitoso que su par masculino; cuatro copas del mundo ganadas, contra ninguna de los hombres, por dar un ejemplo y aún así, los salarios para ellos son extremadamente superiores. Claramente que la denuncia tiene mayor cantidad de argumentaciones, pero esta es la más resonante de todas. Rapinoe, junto a Alex Morgan (nominada al premio también), son de dos de las principales voceras de este pedido y de todo lo que concierne a la lucha por la igualdad de género.
Volviendo al tema meramente futbolístico, la jugadora de Reign FC, con pasado en Olympique de Lyon de Francia y Sydney FC de Australia, entre otros equipos, realmente ha tenido una temporada mágica y el mundial disputado en tierras galas entre junio y julio pasados, fue un broche maravilloso para una carrera que merecía el reconocimiento que está teniendo actualmente.
Megan no asistió a la gala realizada esta noche en el “Teatro del Châtelet” de París, pero agradeció el premio mediante un video que fue reproducido para todos los testigos allí. En septiembre último, la mediocampista había obtenido el premio “The Best” como jugadora del año (al igual que Lionel Messi, por cierto, el otro gran ganador de esta premiación) y durante el mundial francés marcó seis goles y dio tres asistencias, lo que no sólo fue vital para que su selección se quedara con el título, sino que además la llevó a quedarse con las distinciones de “MVP” (mejor jugadora) de la final, “Bota de oro” (goleadora) y “Balón de Oro” (mejor futbolista del torneo).
Lejos de declaraciones quizás polémicas de otros eventos, Rapinoe agradeció la presea recibida, cámara mediante, a sus entrenadores y celebró la diversidad de jugadoras que existió en la nómina de candidatas. “No puedo creer que esto esté pasando” – confesó sentada en un sillón blanco y vestida de negro y cerró con un gracias a sus amigos y familia – “Es importante ser quien soy fuera del campo” – aseguró antes de despedirse.
Políticamente incorrecta, tal vez algo rústica para la definición de lo que sería “juego bonito” y siempre buscando emponderarse desde su trabajo y su lucha, esa es Megan Rapinoe, la mejor futbolista de año. Y tiene un enorme Balón de Oro que lo prueba. Además, por supuesto, de una actitud guerrera que lo sostiene.
FOTO DESTACADA: “Megan Rapinoe”
Todas las imágenes pertenecen a FIFA